Opinión

'Lo nuevo es el nosotros'

09-02-2015 | La Voz Libre

En España son muchos los problemas a resolver como consecuencia de la crisis, el paro, la corrupción, la desigualdad, la desactivación de logros sociales que creíamos perennes...

Hace poco Francesc Serés escribía en El País sobre “lo nuevo” en la política española: “Ni izquierdas ni derechas, ni referéndum ni no referéndum, ni con Europa ni sin Europa, ni con la casta ni sin el Santander…”.

Reclamar definiciones en un mundo que cambia a gran velocidad es no acabar de entender que lo nuevo no se puede evaluar con criterios viejos, que la modernidad fue superada y que el final de la posmodernidad nos arroja a un escenario donde lo único tangible es que, no existiendo verdades eternas, sin embargo debemos acordar una fórmula de convivencia que garantice nuestra seguridad, nuestro bienestar, nuestra libertad y nuestro futuro. La práctica política es en democracia el mejor medio para hacerlo posible, su estética actualizada rehúye las dicotomías del pasado siendo su acción necesariamente concreta, por el simple hecho de que necesita distinguirse.

En España son muchos los problemas a resolver como consecuencia de la crisis, el paro, la corrupción, la desigualdad, la desactivación de logros sociales que creíamos perennes, la cesión de soberanía para afrontar la globalización, el desgaste institucional, la mercantilización de las relaciones humanas… Hay distintas formas de encarar ese trabajo descomunal, sin embargo los partidos políticos de siempre no han sabido y no han querido interpretar lo que la sociedad demandaba y muestran, por tanto, una tendencia decadente. Es fácil adivinar de quién hablamos ya que sus etiquetas les delatan, son nombres y adjetivos, son partidarios de algo, son ideología clasificada, son conjunciones copulativas... Frente a eso, un verbo, un sustantivo, audaz, simple, apelan al nosotros, Podemos, Ciudadanos.

Las dialécticas del pasado se ven superadas por discursos que han sabido aprovechar una ventana de oportunidad utilizando herramientas del siglo XXI. No son ambiguos, tratando de ofrecer una alternativa al inmovilismo ofrecen algo muy concreto, cambio, con mayúsculas. Ante los retos que se avecinan un consejo útil tanto para los que comprenden ese cambio como para los que no; un consejo de alguien que lleva muchos años reflexionando sobre las posibilidades de la política, Göran Therborn: “Hay que tener humildad ante el nuevo mundo del futuro y ante lo que tendremos que aprender y desaprender”.

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