Notas de Prensa

Banderas 'estelades' en los colegios públicos

04-07-2013 | Diálogo Libre

Es importante que la sociedad democrática no se deje avasallar por quienes ni siquiera son mayoría

Algunos centros públicos catalanes, por ejemplo, el Institut Escola Sant Jordi, de Navás, “La Sínia”, de Vic y “Les Escoles”, de Gurb, enarbolaban y exhibían, hasta el inicio de este mes de julio, banderas 'estelades'. Las quitaron este martes. El lector se preguntará si fue para lavarlas y plancharlas durante las vacaciones escolares. Pues no; ha sido, según algún medio digital, justo después de la llamada telefónica recibida desde el Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña.
 
¿Y por qué llaman desde Enseñanza a los colegios para que quiten estos símbolos independentistas de los centros, ahora que han acabado las clases? Pues, sencillamente, porqueCiutadans denunció hace dos semanas esta cuestión ante la Comisión de Enseñanza del Parlamento catalán, y la consejera Rigau tenía planteada una pregunta por parte de Ciutadans sobre esta cuestión, a responder oralmente en el primer pleno de julio, poco antes de escribir estas líneas.
 
La Consejera ha comenzado negando la mayor. Ciertamente, yo no esperaba que negase la existencia de estas banderas, teniendo en cuenta que la noticia de su llamada telefónica ha trascendido a los medios justo unas horas antes del pleno.
 
Sí que tenía cierta curiosidad, he de reconocerlo, por saber si expresaría repulsa o condena por algo tan reprobable como imponer a los alumnos y a sus padres el símbolo ideológico de unos cuantos. Porque no es necesario decir aquí –aunque probablemente sí lo es en el Parlamento de Cataluña- que esas banderas 'estrelladas' no representan a Cataluña ni a los catalanes, como sí lo hacen las banderas institucionales, española, catalana y de cada municipio, en su caso. Pero ningún reproche ha salido de los labios de Rigau para quienes imponen sus símbolos ideológicos a los niños y a sus familias.
 
La 'estrellada' sí representa, supongo, a la Consejera de Educación, Sra. Rigau, que hace ostentación de su independentismo con la leyenda 'Catalonia is not Spain' en su teléfono móvil. Quizás por eso su departamento venía haciendo la vista gorda en este tema.
 
La presencia de la bandera independentista presidiendo nuestros centros educativos se explica en el marco de un sistema que promueve impunemente una educación en la exclusión y en la pedagogía del odio. Un sistema que pretende obtener la independencia mediante un referéndum ilegal, preferiblemente con el voto de los menores de edad a partir de los 16 años.
 
Si el Gobierno de Convergència, con sus socios de ERC, consienten en que se cuelguen símbolos no institucionales en las escuelas públicas, están consintiendo en que se adoctrine a todos los menores, que se les divida entre sí y que se acabe expulsando de la vida pública a quienes no comulguen con el dogma oficial.
 
Imponer la 'estrellada' en los colegios supone, de hecho, expulsar al disidente. Una escuela que, por maniobras ilícitas de su AMPA o su Consejo Escolar, cuelga una 'estelada', está expulsando al disidente, está diciendo a los padres y sus hijos algo así como: “Aquí mandamos nosotros. Esto es lo que hay. Si no te gusta, te largas. Si quieres vivir y estudiar aquí, tragas con esto”
 
No se puede exigir a los padres que se enfrenten a quienes dominan los resortes de la comunidad educativa hasta el punto de imponer los símbolos ideológicos partidarios. En los colegios, en estos casos, los niños se convierten en rehenes de los 'iluminados' del centro. Significarse con la crítica disidente puede suponer el aislamiento o incluso represalias académicas solapadas, en algunos lugares. Por eso, mayoritariamente los padres tragan. Y es allí, en la indefensión de los padres y los hijos, donde pueden medrar los talibanes ideológicos con impunidad.
 
Es un deber de los representantes políticos tomar la voz de quien no puede o no quiere enfrentarse a estas imposiciones antidemocráticas, y denunciar los abusos vergonzosos que se cometen en colegios públicos sobre nuestros hijos.

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