Notas de Prensa

Carrera (política) en Cataluña

16-05-2014 | La Voz Libre

Ciutadans viene poco a poco avanzando firme desde las últimas posiciones. Su piloto promete, sus ingenieros parecen preparados (modestia aparte) y su estrategia da resultados

No sé si a algún lector le gustan las carreras, ya sean de motos o de coches. Yo confieso que tampoco es que siga estos deportes con gran afición, aunque soy motero e incluso me he metido alguna vez en circuito a pilotar. Precisamente fui con mi compañero y a la vez amigo Albert Rivera, que es un buen piloto de motos.

Les cuento esto porque el otro día venía pensando en todo lo que está pasando en Cataluña y, por decirlo coloquialmente, en la que había liado Mas con lo del referéndum separatista, la independencia y toda esta matraca. Y de repente me vino a la cabeza un símil de lo ha sucedido en Cataluña estos años de democracia. Un símil en términos de carreras de motos o de fórmula 1.

Durante mucho tiempo el nacionalismo de CiU en Cataluña ha evolucionado como participando en una carrera: empezando desde buenas posiciones y con un piloto astuto, Pujol padre, que poco a poco supo ir ganando aún más ventaja en la pista, con una buena estrategia de paradas, aprovechando los errores de los adversarios, haciendo ver que era un piloto prudente cuya máxima aspiración no era ganar la carrera necesariamente (entiéndase ganar para CiU=independencia). Eso no quiere decir que en realidad no quisiera ganar la carrera, pero sabía que una carrera es a muchísimas vueltas y quería encontrar el momento justo de atacar.

En esa carrera había otras escuderías. Unas con una conducción más radical, como ERC, que quemaban motores. Otras que no conseguían pasar de ciertas posiciones nunca, como PSC, que no acababa de encontrar el punto al coche y otras, como el PP que cambiaban constantemente de ingeniero jefe y solo iban a peor. Hubo un momento en que PSC, ERC, e ICV hicieron una estrategia conjunta, e incluso adelantaron a CiU, pero intentaron cambiar las reglas del campeonato en mitad de la carrera (ay, el tripartito y su Estatuto...) y eso trastocó todo. CiU, con un nuevo piloto por jubilación del anterior, volvió a adelantar y quedó de nuevo en cabeza.

Pero este nuevo piloto de la escudería CiU, Artur Mas, era bastante menos astuto y menos hábil que su predecesor y decidió que el momento de atacar para subir al podio era ahora. Aceleró y... ohhhh, se salió de la pista en la siguiente curva, perdió fuelle y ERC le empieza a pisar los talones, a punto de adelantarle ya.

A todo esto, una pequeña escudería, Ciutadans, viene poco a poco avanzando firme desde las últimas posiciones. Su piloto promete, sus ingenieros parecen preparados (modestia aparte) y su estrategia da resultados. Si sigue así, los analistas la sitúan como posible tercer puesto en carrera. Con posibilidades de podio. Y entiéndase podio para Ciutadans=gobernar. Gobernar para cambiar las cosas y para hacer del ciudadano el centro de la política. Queda carrera, y hay que seguir compitiendo. Por el podio.

Volver