Notas de Prensa

El Luther King catalán

10-09-2014 | ABC

A Oriol Junqueras, lo de ser jefe de la oposición, le ha producido un grave transtorno que le ha hecho creerse el Luther King catalán

A Oriol Junqueras, lo de ser líder de la oposición a la vez que el principal socio del govern, le ha producido un grave trastorno de personalidad que le ha hecho creerse el Luther King Catalán. Así se ha descrito ante la atónita audiencia de un programa de radio subvencionado por el régimen. Si hace unos meses sus estrambotes, le llevaron a amenazar con paralizar la economía catalana una semana, para hundir la economía del resto de España, hoy nos amenaza con un llamamiento a la desobediencia civil si el gobierno español no se doblega a sus caprichos e impide la consulta el 9N.

Como en las mejores películas de ciencia ficción, el Luther King catalán, con su particular sentido democrático, pretende convertirse en el defensor de unos derechos civiles de los que los españoles disfrutamos hace más de 30 años, fruto del pacto constitucional que él pretende romper saltándose la ley y desafiando al Estado. Los llamamientos a la desobediencia civil, la incitación al descontento permanente o resistencia a cumplir la legalidad, son actos sediciosos que en una situación de tensión política y social como la que vivimos estos días, son una grave irresponsabilidad, que no deben consentirse de un responsable público, y de cuyas consecuencias imprevisibles será directamente responsable.

El escenario que se dibuja en el futuro es de lo más preocupante. Si finalmente se aprueba la ley de consultas pero el TC la suspende, y estos iluminados insisten en celebrarla, de espaldas a la legalidad, desafiando al gobierno de España, sin un solo apoyo en Europa y por tanto carente de toda legitimidad, el gobierno de Cataluña habrá llegado al final de un camino de desconfianza y frustración. Si toda esta locura resulta un estrepitoso fracaso, la única posibilidad será la convocatoria de elecciones anticipadas, en las que hay que depositar la esperanza, que los catalanes recuperemos la cordura y nos evitemos el triunfo del ridículo Luther King catalán.

Volver