Notas de Prensa

Javier González: 'Milletitis'

01-10-2009 | C's

Hay en nuestra sociedad situaciones de presión, de miedo, de 'milletitis', que impiden a las personas vivir en paz, por miedo a expresarse libremente por el temor a perder el sustento o el prestigio.

 

Como si estuviéramos en la butaca de un gran teatro contemplamos la tragicomedia del escándalo del Palau de la Música Catalana. En este primer acto, consecuencia directa de la iniciativa de la Fiscalía, estamos en esa parte donde se presentan todos los personajes. En ese ir y venir de caraduras, aprovechados y gente infeliz, llama la atención la lectura de un manifiesto por parte de los músicos catalanes que denuncian, a toro pasado, la situación que han vivido bajo la batuta del ese tal Millet. Ahora resulta que todos, todos, antepusieron la seguridad de su puesto de trabajo al desarrollo de su vocación artística. Sin entrar en el debate de si se puede o no reprochar a nadie nada cuando surge el sentimiento del miedo, ya me contarán ustedes cómo queda la credibilidad de músicos y compositores que han bailado el baile de Millet y que dicen que a partir de ahora sí podrán ser auténticos.
 
El caso de los músicos no es único, también han pasado por ese gran teatro adinerados próceres que han confesado que sabían que lo del Palau no iba bien y, para vergüenza de nuestra clase política, pasó el tema desapercibido por el Parlamento catalán cuando fue el momento de cortar de raíz el enriquecimiento de esos sinvergüenzas a costa del prestigio de la institución y del dinero de todos. Estamos a las puertas del segundo acto donde, con paquete de palomitas en mano, asistiremos a los dimes y diretes del proceso judicial, ya veremos después cómo acaba la cosa.
 
Si alguna lección podemos extraer ya de lo que está pasando es que hay en nuestra sociedad situaciones de presión, de miedo, de 'milletitis', que impiden a las personas vivir en paz. En el trabajo, en la vida pública, en infinitos órdenes inabarcables, pero que tienen un denominador común, el miedo a expresarse libremente por el temor a perder el sustento o el prestigio. Si la política sirve para algo es precisamente para dar voz a los que no pueden expresarse, para detectar injusticias allí donde quedan enmascaradas. Si la política no sirve para reparar esas injusticias ya me dirán para qué sirve, porque para arreglar la economía parece que tampoco.

Javier González, presidente del Consejo General de C's

Volver