Notas de Prensa

Javier González: 'Paseeen y veeean'

28-10-2009 | C's

Los casos de corrupción en España se doblaron en 2008, y en este 2009 han llegado con tanta nitidez a la opinión pública que es imposible ver las noticias sin que te vengan arcadas.

 

“Contemplen al monstruo vestido de araña, la bestia peluda que chupa y que mama, la niña sin sexo en urna de agua y al fantasma de Superman”. Ustedes pueden adivinar quién es quién en el juego de buscar un parecido razonable entre los monstruos y monstruas de Javier Gurruchaga y Félix Millet, Bartomeu Muñoz, Macià Alavedra y Lluís Prenafeta. No están todos ni muchos menos, no olvidemos a los Gürtel y la trama del Ejido, por no salir de la península.
 
Los casos de corrupción en España se doblaron en 2008, y en este 2009 han llegado con tanta nitidez a la opinión pública que es imposible ver las noticias sin que te vengan arcadas. En Cataluña, el caso Millet y el del alcalde de Santa Coloma han puesto de manifiesto la desidia institucional en el primero y la hipocresía de algún partido político en el segundo. Las irregularidades en el Palau fueron detectadas y puestas en conocimiento del Parlament hace más de siete años, CiU en el poder y el PSC en la oposición no fueron demasiado exigentes con las repetidas anomalías contables. En el caso de Santa Coloma, figuras de reconocida influencia del PSC y de CiU se estaban enriqueciendo y tampoco nadie parecía saber nada. Aparte de la inmoralidad de los protagonistas, hay algo que une a estos dos ejemplos de corrupción y es el vasallaje al partido. El partido político es la unidad de destino, la máquina de ganar elecciones, y no parece que eso se logre por la capacitación personal y la vocación de servicio de los candidatos a las elecciones, sino con el trabajo en el submundo del pillaje que tan alejado está de la democracia. Hay otra cosa que une estas dos malas historias, la intervención de organismos estatales ante la ineficacia de los controles autonómicos. Quizás esa obsesiva necesidad de acaparar más poder del nacionalismo tenga que ver con que les dejen en paz los de afuera para poder mangonear libremente. Ante este panorama a Montilla no se le ocurre otra cosa que decir que confiemos, ¿confiar?, cuando él ha dado el visto bueno a decenas de informes inútiles, carísimos y a veces inexistentes. ¿Confiar?, cuando Jordi Pujol nos advierte de lo inconveniente que resultaría tirar de la manta…
 
El clientelismo es un cáncer que hay que erradicar en conjunción con las políticas de subvenciones, las listas abiertas una oportunidad de oxigenar la vida pública restando poder a los aparatos partidistas, y modestamente un consejo para el caso catalán, no dejarse encandilar por el dedo que señala la bandera de la patria para que no nos demos cuenta de que alguna bestia peluda que chupa y que mama nos está robando la cartera.

Javier González, presidente del Consejo General de C's

Volver