Notas de Prensa

¿La Ley es un muro?

31-01-2014 | La Voz Libre

La Ley no es un muro, es un cauce de expresión de la voluntad en los países democráticos y civilizados

Hoy he oído a un representante de Esquerra Republicana de Catalunya afirmar que España pone la ley como un muro frente a las reivindicaciones de los partidos separatistas.

Ha querido, de esta manera, hacer un metáfora frente a un grupo de periodistas internacionales invitados a pasar unos días en Barcelona por DIPLOCAT (el famoso organismo que distribuye en el extranjero argumentarios que califican a España como país caótico y negador de derechos de los catalanes).

Después de estar con el Presidente Artur Mas, con varios altos cargos del Govern de la Generalitat, y con miembros de eso que llaman aquí “sociedad civil” y que no es otra cosa que la Asamblea Nacional Catalana (asociación pro-independencia, a la que el Govern presta apoyo incondicional), se han reunido con un grupo de diputados en el Parlament, entre los que estaba yo.

Los argumentos de los diputados separatistas han sido los de siempre: España nos maltrata secularmente, niega nuestra identidad, nuestro autogobierno, nuestra cultura y ahora nos impide votar. “La ley es un muro impuesto por el Estado español”. Supongo que en su soñada Cataluña independiente no habrá leyes, digo yo…

En fin, digo lo anterior porque a veces hay que contrarrestar esas metáforas tan emocionales con otras metáforas también, más racionales, pero que representen gráficamente las cosas. La Ley no es un muro, la Ley es un camino. Es el camino que las sociedades democráticas trazan para encauzar cualquier anhelo político legítimo, sea el que sea.

La independencia es un anhelo legítimo en democracia, como también lo es la supresión de la monarquía, o la oposición a los rescates a la banca, o el rechazo al aborto. Y las leyes democráticas ofrecen un cauce para defender esas tesis, lo cual es evidente a tenor de los debates que hoy en día copan la actualidad. Ahora bien, esas mismas leyes democráticas, votadas por todos los ciudadanos directamente -como la Constitución- o por sus representantes -en el caso de las demás leyes-, dejan bien claro que sobre la soberanía de España tiene que decidir todo el pueblo español y no solo una parte.

La Ley no es un muro, es un cauce de expresión de la voluntad en los países democráticos y civilizados.

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