16-09-2014 | La Premsa del Baix

El Onze de Setembre, lejos de ser una fiesta de alegría y unión para el conjunto de los catalanes, se ha convertido en una herramienta más al servicio del independentismo

Cohesión. Integración. Pluralidad. Tres principios ausentes en la celebración de la Diada. El Onze de Setembre, lejos de ser una fiesta de alegría y unión para el conjunto de los catalanes, se ha convertido en una herramienta más al servicio del independentismo

Este año la Diada ha coincidido con el llamado Tricentenari, una efeméride con la que el separatismo pretende reescribir la historia y mitificar una Cataluña que nunca fue una nación. Y es que, a diferencia de lo que nos intentan hacer creer, el 11 de septiembre de 1714 fue la culminación de una guerra que enfrentó a los Austrias con los Borbones por la sucesión del trono de España. De hecho, el tan homenajeado Rafael de Casanova no combatió por la independencia de Cataluña, sino que, tal y como consta en su bando, lo hizo por “la Patria y por la libertad de toda España”.

Los del Baix podemos preferir a un Borbón o a un Austria, pero eso no tiene nada que ver con el enfrentamiento que desde el independentismo quieren vendernos de Cataluña con el resto de España.

La singularidad de Cataluña es un valor del que sentirse orgulloso, y no una excusa para levantar fronteras y generar fractura social.