Notas de Prensa

'La tercera vía'

18-11-2013 | iSabadell.cat

Se abre un camino donde posiblemente, poner en valor la ilusión por empezar de nuevo, sea el motor primordial que nos permitirá construir un nuevo espacio de desarrollo de un proyecto

Desde C’s creemos que éste es un buen momento de recapitular. Ha pasado casi un año del terremoto institucional que supuso la entrada y registro de los Mossos d’Esquadra del ayuntamiento de Sabadell y de la aparición en escena, como un inesperado invitado a una fiesta que hasta entonces parecía privada, del caso Mercurio.

El balance de todo éste año ha dejado una sensación en muchos ciudadanos de nuestra ciudad, de bloqueo, de inacción. Sensación que sigue acentuándose conforme se van conociendo más detalles del sumario del caso Mercurio, unos detalles que amparan una fórmula de hacer política que muchos intuíamos, pero que sin entrar a calificarla, sí que sobre ella queremos desde C’s realizar dos afirmaciones: que sigue intentando sobrevivir y que está dando sus últimas bocanadas. Éste oxímoron, esta contradicción, nos hace partícipes de una visión de aquel que sabe que su momento pasó, que la regeneración de una institución como el Ayuntamiento de una de las grandes ciudades de Catalunya y España, no puede ser liderada por aquellos que han consumido todas las oportunidades de modificar sus actitudes, aún sin que dudemos de sus aptitudes, al menos no de la de todos los miembros de gobierno.

    No ha habido renovación, no hay un proyecto de ciudad, ni siquiera se han tomado medidas de higienización de un sistema, que desde C’s , no nos queda otro remedio que comparar con un antiguo régimen que se desmorona, defendiendo parcelas de poder que jamás debieron asumir como suyas, porque es precisamente esa visión la que les ha alejado de aquellos que les prestaron la confianza para ejercerlo.

No podemos asumir una ciudad cuya esencial baza para la estabilidad política haya sido la opacidad en la gestión de la información o en la que los grandes proyectos de ciudad no hayan sido más que decisiones apartadas precisamente de la ciudad, proyectos que nos han llevado al actual déficit y a unos presupuestos que al final están repercutiendo errores pasados en servicios, en algunos casos indispensables, para aquellos que creen tener en la institución local un instrumento para ayudarles a salir de la crisis no para hundirlos en ella.

Así pues, se abre un camino donde posiblemente, poner en valor la ilusión por empezar de nuevo, sea el motor primordial que nos permitirá construir un nuevo espacio de desarrollo de un proyecto que desde C’s creemos que debe canalizarse a través de varios ejes:

1. Un pacto anticorrupción que permita una renovación ética de la institución municipal y que sea la línea roja a la vez que carta ética, que nos autoimpongamos los partidos que participan en la política local.

2. Una restructuración de la administración, que acabe con la costosa carga de “la cultura del cargo de confianza”, que ha convertido al Ayuntamiento y sus empresas allegadas en una agencia de colocación.

3. Una defensa radical de las competencias locales, que haga que el Ayuntamiento se centre en sus cometidos naturales y los priorice sobre aquellos otros que debe exigir, por todos los medios a su alcance, que paguen las administraciones titulares, como puede ser la seguridad, que ha hecho que sobredimensionemos, por ejemplo, a una  Policía Municipal que se ha convertido en un ente inconcebible para una ciudad como la nuestra, con brigadas de información, caninas, de acción rápida, pero sin dinero para tener las noches de los sábados a más de un par de coches de policía patrullando o para pagar el equipo básico de la mayoría de los agentes.

4. Un acercamiento de la decisión sobre las grandes infraestructuras a la ciudadanía, que permitan a esta participar de su definición y evite soluciones impuestas como el trazado de los ferrocarriles o el incumplimiento de compromisos como el soterramiento en Gracia y Can Feu.

5. La transparencia en la gestión del dinero público. Debe implementarse una nueva forma de gestión del dinero público, comenzando con una auditoría externa de la situación económica del ayuntamiento, siguiendo por la implantación de medidas de transparencia informativa periódica de las mismas, que permita a la ciudadanía conocer el fin dado a cada uno de los euros que entren en la institución.

6. Un espacio público de convivencia, limpio, seguro y que sea el lugar donde se construyan las relaciones ciudadanas que definan la esencia de nuestra sociedad local, lejos de identidades tribales impuestas.

7. Una fiscalidad ponderada y priorizada, que permita moderar la carga fiscal que la clase media está teniendo que soportar por todos los servicios. Ponderada en el volumen de la carga, priorizada según la importancia del servicio que se preste, importancia que debe estar siempre valorada según la competencia sea o no propia de la administración local.

8. Una administración pública que fomente la actividad económica y comercial, que no sea una traba más a la iniciativa empresarial o comercial. Que sea una herramienta útil, pero nunca un sustituto de esa voluntad de emprender, que puede suponer la iniciativa privada.

9. Una ciudad multipolar. Donde la concepción de centro-periferia se supere y donde la política cultural y de ocio sea una herramienta para la igualdad, no una iniciativa de fomento del clasismo.

10. Unos medios de comunicación libres y plurales. Que sean el reflejo real de una ciudad plural, diversa, multicultural, bilingüe. Unos medios que sean independientes y que a su vez se transformen en un servicio público y moderno que funcione sin la necesidad de que se conviertan en un apéndice de la administración, ni en un agujero presupuestario anual.
 

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