Notas de Prensa

La zorra y las uvas de los independentistas

18-09-2013 | e-notícies

Espeluznante el caso de algunos defendiendo una suerte de autarquía que como la mayoría que se han conocido en la historia fracasan

Cuenta la fábula atribuida al griego Esopo que había una vez una zorra merodeando por un bosque en busca de un bocado que echarse a la boca y no hallaba absolutamente nada. En eso que vio una parra de la que colgaba fresca uva y allá que de un salto intentó llevarse unos gajos a la boca que calmaran su hambruna. Una y otra vez fue intentando alcanzar las uvas pero todos los intentos fueron infructíferos. Cansada y hastiada de topar con la realidad: era demasiado pequeña y sus saltos cortos para alcanzar una uva que por altura escapaba de su alcance, decidió darse la vuelta y marchar de aquel lugar mientras murmuraba y maldecía que aquella fruta no merecía la pena pues estaba verde y seguro no estaba madura, en lo que era un torticero intento de consolarse por la escasa suerte de su empresa.

Pues bien al independentismo mediático catalán algo parecido le está sucediendo tras los tres mazazos seguidos en menos de 24 horas de auténtico baño de realidad que desde la Unión Europea, no de la para ellos pérfida y expoliadora capital de España, ha dado a las aspiraciones de los que preconizan el lema "Catalonia next state of Europe". Joaquín Almunia primero, la portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, después y por último el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, han sido claros y meridianos: si una parte de un estado miembro de la UE se va de ese estado ese "new state of Europe" (en lo geográfico) pasa automáticamente a estar fuera de la UE.

La respuesta del independentismo no se ha hecho esperar. Una afrenta así les ha herido el orgullo. En efecto, no es baladí quedarse fuera de la UE con la que está cayendo. Así encontramos las reacciones "keep calm" en la línea de que Cataluña entrará en la UE desde el minuto 1 porque poco menos resulta imprescindible para la supervivencia de la Unión. Tales son los casos del "Conseller de la Propaganda" Sr. Homs el cual demostrando su ya habitual cierta prepotencia vaciló a los periodistas para que le citaran un artículo de los Tratados de la Unión donde diga lo que decían las tres personas citadas en el párrafo anterior. Además de la respuesta de Homs tenemos la de Oriol Junqueras el cual dice ver inimaginable que Cataluña quede excluida de la UE con argumentos tan peregrinos como la reunificación alemana, o que si Cataluña se separa democráticamente (la democracia según Junqueras ya sabemos que es buscar atajos para saltarse el ordenamiento jurídico vigente) la UE no puede ir contra alguien que ha utilizado reglas democráticas. Si me dan a elegir quién me parece más creíble en esto de si una hipotética Cataluña independiente entraría en la UE que quieren que les diga: Homs no conoce más política que la catalana y la de Abertis Logística y el Sr. Junqueras pasó dos años en el Parlamento Europeo y no se le recuerda ningún logro en especial salvo aquello que trajo de su mochila de Bruselas en la que no se sabe qué diputados le dijeron la frase que repite tantas veces: "you need a democratic mandate" para entrar en la UE. Seguramente no fue ninguno de las cabezas más visibles como Almunia que lleva en Bruselas casi una década, lo mismo que Durao Barroso o Pia Ahrenkilde que llevan casi toda una vida y conocen como pocos "las tripas" de la Unión. Obviamente por experiencia en la UE es lícito tomar como ciertas las opiniones de estos últimos en detrimento de las propagandistas independentistas.

Luego tenemos la de algunos articulistas de raíz soberanista a los cuales les ha entrado, bajo mi opinión, un inusitado antieuropeísmo que les hace merecedores de aplicarse la fábula que contaba al principio de este artículo. Me pasó ayer al ver unos tuits del periodista Quico Sallés en la línea de desacreditar a Almunia por perder frente a Aznar en el 2000, a Barroso por la foto de las Azores y a la UE por no hacer nada en favor de la oficialidad del catalán. Le pregunté directamente al bueno de Quico vía Twitter por ese antieuropeísmo que él me matizó en críticas que no tenían porque ser de carácter antieuropísta. Pudiera ser, pero a mí me dio la sensación de la fábula de la zorra y las uvas. No solo he leído en Quico cosas similares; también en otros articulistas de diversos digitales sitos en Cataluña. Los hay que se atreven a lanzar todo un órdago y dicen que Europa se hundiría sin Cataluña como Ferran Alsina en este mismo digital. No detallo lo leído en Twitter, el cual iba lleno de afrentas a la UE por parte de muchos independentistas. Espeluznante el caso de algunos defendiendo una suerte de autarquía que como la mayoría que se han conocido en la historia fracasan. Y como no, los hay que renegando ahora de la UE basan todo su argumentario en que Cataluña podía ser la Noruega o Suiza del sur de Europa. Esto no hace más que mostrar mucha ignorancia de cómo y el porqué esos países pueden prescindir del mercado común pero con acuerdos comerciales preferenciales que rebajen los aranceles pero que no eximen "de despachar aduana".

Efectivamente, los del "next state of Europe" estaban como locos por comer las ricas uvas que significaría estar en la UE y deshacerse del hambre que para ellos es pertenecer a España. Pero si para acabar con ese hambre que es ser independiente no se comen uvas y hay que seguir buscando ratoncillos de campo, se comerán ratoncillos de campo que sabrán, engañándose a ellos mismos una vez más, mejor que comer dulces uvas de la UE junto con el resto de españoles.

Yo prefiero que comamos algo digestivo que roedores de campo y estoy convencido que con una hipotética separación de Cataluña del resto de España nos veríamos abogados a comer ratoncillos y hierbajos por algún tiempo al norte y al sur del Ebro. Por ello, reaccionemos, dialoguemos porque en nuestra mano está hacer cierto aquel último verso del "Hey You" de los Pink Floyd: "Together we stand, divided we fall".

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