Notas de Prensa

Las ikastolas enseñan a los niños que los etarras son presos políticos en vez de asesinos terroristas

26-05-2008 | Minuto digital

Se han inventado una historia que jamás sucedió, en la que prácticamente estos territorios fueron ocupados por la fuerza por Castilla y obligados a formar parte de España...

La educación viene siendo usada por los nacionalismos, desde el mismo momento en que pusieron sus garras  sobre estas competencias, que el Estado, gobernado sucesivamente por UCD, PSOE y PP, tan mansamente les cedió, para manipular a los niños e inculcarles la falsa idea de que sus regiones no son España.  Se han inventado una historia que jamás sucedió, en la que prácticamente estos territorios fueron ocupados por la fuerza por Castilla y obligados a formar parte de España, donde se han mantenido a base de soportar constantes agravios. Y naturalmente la lengua se usa en sus sistemas educativos con exactamente los mismos fines, a saber,  inculcar la idea y el sentimiento de que ellos no son españoles.

Naturalmente este propósito contra-educativo del nacionalismo está granado de disparatares.  La Consejería de Educación del Gobierno vasco ya emitió  en 2003, por poner un ejemplo,  una circular dirigida a los colegios para que se considerase “inmigrantes” a todos los alumnos procedentes de otras comunidades autónomas.

La penúltima, ha consistido en la distribución de un juego en formato de CD repartido por la Federación de Ikastolas con motivo de la celebración del «Ibilaldia 2008», la fiesta de estos centros educativos, en la ikastola «Andra Mari», de Amorebieta (Vizcaya), que considera al miembro de ETA José María Sagarduy, «Gatza», como una de las personalidades de la localidad y lo califica de «preso político». No es ninguna novedad, las ikstolas tienen una larga trayectoria de episodios de apoyo a la izquierda aberzale. En 2001 las «ikastolas» de Navarra invitavan a un festival musical en favor del euskara a los payasos vascos Takolo, Pirritx eta Porrotx, al que pertenecía un concejal batasuno de Lasarte (Guipúzcoa) que se negó a condenar el asesinato del edil socialista Froilán Elespe. En 1969 se fundó la Federación Diocesana de Ikastolas –fíjense en lo prohibido que estaba el vasco con Franco, otra de las mentiras que habitualmente se usan para justificar la inmersión lingüística nacionalista- convirtiéndose con la llegada de la democracia en 1978 en una federación secular. En octubre de 1980, la Consejería de Educación del Gobierno Vasco firmó con el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) el Convenio de Ikastolas regulándose así 1.738 aulas en el País Vasco. Y hasta hoy.

Que las clausuren

El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, pidió la intervención del consejero de Educación, Tontxu Campos, que ha conseguido la retirada del criminal CD, y además consideró que debería clausurarse «un modelo educativo que sirve para fomentar elementos de confrontación entre la juventud, algo incompatible con la educación y la pedagogía». Según Barrio, «a nadie en Baviera se le ocurriría, en un colegio público o privado, repartir un vídeo con Hitler como elemento de referencia, como tampoco a nadie en Alabama alabar a un miembro del Ku Klux Kan». «Es absolutamente angustioso pensar que niños y jóvenes puedan ser formados en los valores que representa ETA», señaló Barrio, quien denunció que al consejero «la educación vasca se le está yendo de las manos». Ante la polémica suscitada, la Federación de Ikastolas aseguró que adoptará las «medidas oportunas con las que evitar una difusión del material que avive la discordia» (ja).

La reflexión de fondo, sería exigir responsabilidades a los “lumbreras” que cedieron las competencias de educación a los nacionalistas, y no miren para Zapatero, miren más bien a la derecha y allí les encontraran. Si, si a esa derecha de alquiler, que desde 1975 se lleva pasando al bando contrario con la disculpa de la moderación o el centro, pancista más que reformista. 

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