Notas de Prensa

Las orejas del presidente

02-02-2014 | Araponent

Los nacionalistas también van a la caza y captura de ejemplos que ilustren lo que ellos desean se convierta en realidad

Es una práctica habitual la búsqueda de referentes que nos marquen un camino a seguir o una línea de actuación frente a una determinada situación. Uno ve la capacidad de esfuerzo y sacrificio de un Rafa Nadal y se plantea, llegado el caso, ser capaz de enfrentarse a la adversidad, al dolor, a las ganas de tirar la toalla, con algo parecido al tesón y coraje que le echa el mallorquín.

Los nacionalistas también van a la caza y captura de ejemplos que ilustren lo que ellos desean se convierta en realidad. Hemos pasado por el ejemplo quebequés, últimamente de capa caída porque cualquier parecido con la situación canadiense es una broma. Resulta muy ilustrativo leer a Stéphane Dion, padre de la Ley de Claridad canadiense para darse cuenta de la tomadura de pelo de la doble pregunta, sin ir más lejos...

Hemos pasado por el ejemplo kosovar, que pone los pelos de punta, por el portorriqueño (aquello de estado libre asociado, si recuerdan) y por fin hemos llegado al cúlmen de los espejitos en los que mirarse... Liberia.
Liberia. Sí, Liberia. Ay, Liberia.

El pasado 18 de enero, el secretario general adjunto de ERC, Lluís Salvadó, tuvo la ocurrencia de comparar Cataluña con Liberia remarcando que en el país africano “se pudo votar”...

El sr. Salvadó tiene un concepto raro de lo que significa “poder votar” o al menos de lo que debería significar en una democracia. En Liberia las elecciones han sido recurrentemente fraudulentas, incluidas las del 2005 que, a pesar de que se desarrollaron en un inusual clima de paz para la violenta historia del país, se sospecha que fueron ampliamente manipuladas.

Liberia se ha visto devastada por varias guerras civiles, que han causado más de doscientos mil muertos, se han producido crímenes atroces, violaciones, se han usado niños soldado, el respeto a los derechos humanos ha brillado por su ausencia... y todo ello retransmitido por los medios de comunicación, que no dudaron en ofrecer en los noticiarios el triste fin del presidente Samuel Doe.

Éste, que se alzó al poder tras un sangriento golpe de estado, fue posteriormente ratificado por unas (cómo no) fraudulentas elecciones, con los asesinatos de unos cincuenta opositores incluidos.

Años después, en medio de un clima de terror y corrupción extremas, Doe fue capturado por el lider de una facción rival, Prince Johnson. Delante de las cámaras, Johnson ordenó que al previamente torturado Doe se le cortaran las orejas, mientras él se bebía tranquilamente unas cervezas y se dejaba abanicar por una joven. Todo muy edificante.

El sr. Salvadó y su partido, ERC, en su obsesión por encontrar ejemplos que se avengan a sus intereses, han perdido una oportunidad de oro para sugerir referentes menos estremecedores... o al menos, para callarse.
 

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