29-10-2009 | C's

¿Seremos esos ricos a los que se refiere el Gobierno y no nos habremos enterado? No, podemos estar tranquilos, no somos ricos; cuestión diferente es que nos traten, a la hora de pagar, como tales.

 

Al mismo tiempo que los ayuntamientos no se cortan en afirmar sin ningún tipo de recato que no van a subir el IBI y el gobierno con no menos pudor insiste en que son los ricos quienes van a pagar la subida de impuestos -imaginativa, novedosa y única medida, parece ser, de captación y aumento de ingresos- al ciudadano, a usted, a mí, se nos vuelve a poner esa cara ya habitual cuando recibimos -y pagamos- estas subidas impositivas  y nos preguntamos ¿seremos esos ricos y no nos habremos enterado?  No, podemos estar tranquilos, no somos ricos; cuestión diferente es que nos traten, a la hora de pagar, como tales.
 
Efectivamente, algunos Ayuntamientos no van a subir el tipo impositivo del IBI o no lo van a hacer tan ostensiblemente, ni falta que les hace, basta con subir el valor catastral de los inmuebles al que se aplica este tipo, tarea que corresponde a la Dirección de Gestión del Catastro (Ministerio de Hacienda), para que su IBI, el que va a pagar y el que percibe íntegramente su ayuntamiento, aumente notablemente. Y si protesta, balones fuera; el Ayuntamiento insistirá :"no hemos subido el (tipo impositivo del) IBI" y si gira su protesta al Gobierno, este seguramente contestará : "El IBI es un impuesto que corresponde a los ayuntamientos".
 
Ejemplo práctico y reciente; Gallardón:" El tipo de IBI no ha aumentado en Madrid", sí que ha aumentado. Miren los recibos y comparen (el tipo). Pero lo gordo está por venir, se prevee con los datos del plan de saneamiento del Ayuntamiento un incremento del IBI del 36% hasta el 2012 : un 9,5% 2010, un 9,5% 2011 y un 17% en 2012.

La respuesta de Tomás Gómez (secretario general del PSOE en Madrid) que de vez en cuando aparece y no atina, tampoco tiene desperdicio, considera que para congelar efectivamente el IBI  la Administración local tendría que reducir el tipo en proporción al incremento del valor catastral, bien, ¿no sería más fácil y menos costoso-que en cuestión de reducción del gasto público deberíamos estar-  congelar , en su caso, las futuras y previsibles revisiones catastrales, revisiones que se prevén a mansalva y con poca discriminación? Y esa revisión del catastro, parece obviar el Sr Gómez,  la marca el Ministerio de Hacienda, detentado por su propio partido.
 
Y todos contentos, todos menos el ciudadano, claro, pero en estas cosas ya se sabe, tampoco parece importar mucho.
 
Y  todo esto suena a una maniobra de ésas, ya saben, orquestales en la oscuridad, un apaño de balones fuera, otro, entre los mismos, entre los de siempre, ante la situación de bancarrota existente y la necesidad imperiosa de aumentar ingresos, debida no sólo a la crisis, que al menos no nos engañen, sino en gran medida a la incompetencia para preverla y para solucionarla de esta partidocracia que padecemos.
 
La reforma del modelo de  financiación de las Haciendas Locales es una asignatura pendiente desde hace tiempo, se requiere una mayor conexión entre los modelos de financiación autonómica y local, pero mientras los Aytos tenían el saco lleno por  los ingresos procedentes del suelo que daban para todo, incluso para corrupciones varias, ahí seguían. Ahora que estos ingresos han decrecido en paralelo a su elevado endeudamiento porque fueron pocos los consistorios que adoptaron medidas restrictivas del gasto en su momento, es decir cuando debieron prever que ya no  iban a poder contar con dichos ingresos, y así mismo fueron pocos los que llevaban una gestión más equilibrada -si a un ciudadano le toca la lotería un año no va vivir conforme le vaya a tocar todos los años- es cuando se han dado cuenta algunos, tarde y mal, que apenas tienen ni para cubrir los gastos corrientes.
 
Una política impositiva progresista es opuesta a esta insaciable avidez recaudatoria generalizada e indiscriminada y la capacidad tributaria global de la ciudadanía no sólo no es ilimitada sino que cada día, y ahí están los datos, con cada ciudadano afectado, con cada ciudadano que engrosa las listas del paro, con cada local que cierra, disminuye más.
 
"El gobierno procurará que nadie se quede por el camino" acaba de decir Pepe Blanco. Muchos ciudadanos nos conformaríamos con que el camino lo encontraran ellos. Y el camino pasa  por la recuperación económica y por la adopción de medidas que eficaz y racionalmente contribuyan a la misma.
 
Y por supuesto ese camino pasa por no tomar el pelo a los ciudadanos.