18-09-2013 | C's

El presidente de C's ha afirmado que primero es 'persona, luego ciudadano, y finalmente cargo público'

El presidente de Ciutadans (C’s), Albert Rivera, considera que “en Cataluña es momento de poner sobre la mesa lo que nos une y lo que tenemos en común con el resto de España”. En una entrevista para el programa ‘El Matí a 4 bandes’ de RNE 4, Rivera ha mostrado su preocupación por “la convulsión que se ha trasladado a la sociedad catalana” a raíz de “la fractura territorial y la sensación de que se están configurando dos Cataluñas” gracias a la “deriva separatista” del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Por ello, le ha pedido al líder de CiU “que gobierne para todos los catalanes” y ha afirmado que “Cataluña necesita una alternativa, un proyecto de autonomía y sentirse cómoda dentro de España y Europa”. Además, ha añadido que a C’s le corresponde “dar voz a los ciudadanos que quieren reivindicar una Cataluña de todos y no de bandos”.

 

En relación a la consulta, el líder de C’s ha asegurado que su formación no participará “en nada que esté fuera de la legalidad” y le ha pedido a Mas que acepte que “la soberanía reside en el conjunto del pueblo español” y que “son las Cortes las que deciden”. Rivera considera que “no es legítimo” y es “una irresponsabilidad política” que CiU pusiera en su programa electoral que con la independencia “en Cataluña habría menos paro, menos enfermedades y estaríamos dentro de la Unión Europea (UE)”. Y ha criticado al Govern por querer llevar a los ciudadanos “a un callejón sin salida” mediante “un referéndum para separar a Cataluña del resto de España y para dividir a los catalanes”.

 

“Primero soy persona, luego ciudadano, cargo público y finalmente tengo mi propia ideología”, ha explicado el presidente de C’s. Por eso, y sobre el diálogo entre Artur Mas y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Rivera ha criticado que ambos “piensan más en su subsistencia que en el país y, además, tienen problemas económicos y de corrupción”. Finalmente ha propuesto a los ciudadanos “que se impliquen en la política, la controlen y exijan a los cargos públicos” para evitar dejar otros “30 años al país en manos de los secretarios generales de los partidos”.