Notas de Prensa

Vísperas de nada

19-01-2014 | La Voz Libre

Ayer, hoy y mañana, hasta que se debata en el Congreso la petición separatista, seguimos en vísperas

Estoy en el aeropuerto de Barcelona esperando mi turno de embarque, una vez superado el filtro del control de acceso, zapatos incluidos. Siento expectación, supongo que parecida a la de los miles de andaluces que esperan la presentación de Movimiento Ciudadano, este sábado 18 de enero, en el auditorio del FIBES sevillano. En cuanto llegue, para ir abriendo boca, encuentro con mi amigo Ángel, experto en tapeo, que me facilitará la cena que dejará de ser un trámite cotidiano para convertirse en una estupenda ocasión de charla amena y de disfrute sensorial. Con Ángel, ambas cosas están aseguradas.

 
La expectación por Movimiento Ciudadano la he podido seguir, vía satélite, contemplando la entrevista de Carlos María Ruiz a Albert Rivera en Canal Sur. El acto de este sábado será, una vez más, multitudinario y responderá con creces a la expectación creada. Tanta en Andalucía, que el próximo 1 de marzo está previsto presentar el compromiso por la regeneración y los cambios posibles, necesarios y urgentes, en Málaga, donde se espera otro pleno, tanto por la asistencia ciudadana como por el seguimiento de los medios de comunicación locales y nacionales. Tampoco será un mero trámite. No me cabe la menor duda.
 
Ayer, jueves 16 de enero, sí que pasé un trámite, este en toda regla. Junto a mis compañeros de grupo parlamentario y de partido en el Parlamento de Cataluña, asistí desde mi escaño a un nuevo debate del día de la marmota. Uno de esos debates cansinos que se podrían soslayar si los responsables del actual desvarío separatista hubiesen seguido aplicadamente las emisiones de Barrio Sésamo. Una vez más, en el Parlamento de Cataluña se ha dado otra vuelta de tuerca, se ha quemado otro cartucho, con el trámite -en el más amplio sentido del término- de la petición de cesión de soberanía al Congreso de los Diputados para que Mas y Junqueras cumplan su anhelo irrefrenable de lograr su objetivo de legislatura: que todos los catalanes dejemos de ser españoles mediante un referéndum de autodeterminación en el que todos los pasos no son más que etapas de una gran farsa, sustentada en el agitprop que practican el gobierno de la Generalitat y sus secuaces.
 
Pese a sus denodados esfuerzos y al inexplicable apoyo de la izquierda de salón que representa hoy ICV-EUiA, que abraza sin rubor las tésis reaccionarias del nacionalismo separatista e identitario de CiU y ERC y abandona la defensa de valores progresistas como la libertad, la igualdad y la solidaridad y reniegan del internacionalismo para mirarse placenteramente el ombligo, ayer tampoco tuvieron la mayoría excepcional que Mas proclama a diario y no llegaron siquiera a los dos tercios de apoyos requeridos para una simple reforma estatutaria.
 
Ayer, hoy y mañana, hasta que se debata en el Congreso la petición separatista, seguimos en vísperas. Afortunadamente, la soberanía nacional dará la espalda al esperpento y seguiremos en vísperas de nada.

 

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