Notas de Prensa

Cambio de rumbo

28-04-2013 | ABC

La política necesita a políticos que acierten el rumbo y tengan claro que en momentos excepcionales hay que tomar medidas excepcionales

Los datos de empleo que hemos conocido esta semana representan posiblemente para la mayoría de españoles el agotamiento definitivo del crédito de Mariano Rajoy para seguir gobernando como lo ha hecho hasta ahora. Los recortes salariales y sociales, la subida de impuestos a clases medias  o la tibieza ante el sector financiero rescatado para exigir la apertura del crédito a la economía productiva,  lejos de levantar el vuelo nos han llevado a tener un paro del 27% en España.

Y conociendo los datos del déficit del 10,6 % en 2012, muy alejado de las previsiones del calendario fijado por la UE para nuestro país, es momento de jugar la partida donde toca, en Bruselas. Aunque no le guste y no sea su fuerte, Rajoy está obligado a la diplomacia y a la negociación comunitaria, y debe aliarse con gobiernos de otros países europeos con dificultades financieras como Italia, Portugal, o incluso Francia y renegociar el calendario de déficit público español. Hay que explicarle a Angela Merkel  y compañía que España cumplirá sus pagos y rebajará el déficit pero en un calendario más largo que permita tomar medidas que reactiven la economía,  y que en un par de años podamos empezar a rebajar a mejor ritmo el déficit de ahora en plena depresión económica. Si no hay una agenda más flexible  España acabará como Grecia pero el Euro también explotará por los aires.

Y mientras negocia en Europa, el gobierno debe dar un cambio de rumbo a su equivocada política económica con algunas medidas necesarias y de sentido común:  mantener una moderación fiscal a las clases medias y  al consumo, mantener el nivel de salarios para recuperar el consumo  interno, exigir a bancos rescatados crédito destinado  a mantener abiertos proyectos empresariales viables con problemas de liquidez o a la creación de empresas viables que puedan crear puestos de trabajo y reducir los costes del desempleo a las arcas públicas, suprimir las cotizaciones sociales de la parte empresarial o de autónomos  que contraten a ciudadanos parados para fomentar la contratación, elaborar una reforma del sistema de colocación y formación profesional para ser más competitivos, y  hacer una reforma integral de las administraciones públicas que mantenga y ponga en forma el músculo imprescindible para prestar servicios y que extirpe la grasa de duplicidades, estructuras políticas y administrativas mantenidas intencionadamente hoy por la partitocracia y el clientelismo político.

Es indudable que la política necesita contables que cuadren las cuentas, pero sobre todo a políticos que acierten el rumbo y tengan claro que en momentos excepcionales hay que tomar medidas excepcionales, no solo con los más débiles, los ciudadanos, sino especialmente con los fuertes, es decir tus acreedores, el poder financiero, o tus compañeros de partido, porque todos ellos también son culpables de esta crisis.

 

Volver