Cs en los Medios

Entrevista a Ignacio Aguado: "La arrogancia de Feijóo es la mejor aliada del nacionalismo gallego en estas elecciones"

16-02-2020 | ABC

El vicepresidente del Gobierno regional anuncia ayudas a familias numerosas con hijos mayores: en lugar de largos trámites, les bastará con una declaración responsable.

Cuando se cumplen seis meses justos de la llegada al Gobierno regional de la coalición PP-Ciudadanos, el vicepresidente del Ejecutivo hace balance de la difícil cohabitación en el primer gabinete de coalición en la historia de la Comunidad de Madrid, y la relación a veces tóxica con el socio de investidura, Vox.

Seis meses de Gobierno. ¿cuál sería el balance?

Positivo. En un momento político en el que hay mucha inestabilidad a nivel nacional, mucha incertidumbre, Madrid se ha convertido en un lugar de estabilidad, y en refugio para los que creen en un modelo de gobierno liberal.

Esa es la cara A, pero luego hay una cara B: los roces con la presidenta Ayuso. ¿Hay desconfianza?

No, no hay desconfianza. La sociedad estaba demandando que nos entendiéramos; por eso acordamos los 155 puntos del pacto de Gobierno, pero los dos entendemos que somos partidos distintos formando, eso sí, un único gobierno. Somos dos socios que tienen que ponerse de acuerdo; cuando no lo estamos, lo discutimos y llegamos a un punto en común. También es verdad que hay un especial interés por parte de la izquierda y del Gobierno de España en intentar erosionarnos. Pero mi relación personal con Isabel es muy buena.

Más allá de ese “ruido inducido”, hay asuntos en que chocan claramente. Uno es Telemadrid: el PP habla de pedir la dimisión de su director general, pero usted le apoya.

Respeto lo que diga el grupo parlamentario popular, pero en el Gobierno hay que saber guardar bien las formas. Como Gobierno, tenemos que respaldar a los organismos públicos de la Comunidad, se llame Telemadrid, Abogacía General o una consejería X. No hay en el acuerdo de Gobierno ningún punto que hable de tomar medidas drásticas con Telemadrid, sino todo lo contrario. El Gobierno tiene que trasladar y traslada una imagen de apoyo a Telemadrid.

No es precisamente una imagen de apoyo el que la presidenta diga que la televisíon autonómica es crítica con ella

Esa es su opinión personal; tendrá que explicar ella el porqué.

En seis meses ha habido ya una decena de ceses en el Gobierno. ¿Le parece normal?

Los ceses corresponde adoptarlos a los consejeros y a la presidenta; ellos tienen que decidir cuáles son los mejores perfiles.

¿Pero le parece normal?

Forma parte del día a día de la administración. En cierta medida, es bueno que haya rotación, y las personas que entran sepan que en la política no se está para toda la vida, como decía Ábalos, sino por un tiempo.

Hay quien ha durado una semana en el cargo

Eso son temas de ajustes y de decisiones que a lo mejor se apresuraron un poco. Lo positivo es que se actuó a tiempo, se nombró a la persona que efectivamente se quería, y ahora funciona bien.

La velocidad a la que se están aprobando proyectos de ley ¿es la adecuada, o el Gobierno va un poco al ralentí?

No creo que se pueda medir la labor de un Gobierno por el número de iniciativas legislativas que presenta; no se debería. Es la Asamblea la que tiene que legislar, y más en un gobierno liberal, donde queremos una regulación efectiva y a poder ser reducida. Y si podemos desregular, mejor. Aún así, ya se ha presentado la ley de medidas fiscales; y en tramitación están la ley de limitación de aforamientos, la de protección del denunciante de corrupción, o los decretos de familias monoparentales y de regulación del juego.

Es partidario de mantener prorrogado el presupuesto de 2019 todo este año y negociar ya el de 2021. ¿Es para desactivar a Vox?

Es una decisión que tendremos que adoptar en un consejo de Gobierno, y con la opinión de la consejería de Hacienda. Lo ideal es que hubiéramos tenido presupuestos en diciembre de 2019, pero no teníamos ni tenemos todos los datos necesarios para poder hacerlos con garantías. No queremos, tirarnos a la piscina sin agua.

¿Su compañero Juan Marín se ha tirado a la piscina en Andalucía?

En ese Gobierno han entendido que con esa información era suficiente y merecía la pena asumir ese riesgo. Ellos no se encontraron con un presupuesto pactado entre PP y Cs, sino con uno del PSOE, y con una voluntad clara de PP y Cs de cambiar el rumbo. Además, han pactado dos presupuestos.

¿Tiene en mente alguna mejora para las familias numerosas?

Sí, una medida importante: una iniciativa para apoyarlas en los casos en que el hijo mayor haya cumplido ya los 21 años. Hasta los 26, la familia tiene que demostrar anualmente que ese hijo sigue estudiando para poder mantener el título de familia numerosa. Ahora, esa documentación anual se ha sustituido por una declaración responsable: la familia se compromete a informar a la administración en caso de cambio de sus condiciones.

¿Es consciente de que Vox es cooperador necesario de que usted ahora esté en el gobierno?

Sus votos permitieron que hubiera gobierno en la Comunidad de Madrid.

¿Es una hipoteca?

No, no debería ser. De hecho, ellos mismos reconocen que su colaboración con este Gobierno terminó el día en que votaron la investidura. Vox podrá ser decisivo seguramente cuando lleguen leyes a la Asamblea, o los presupuestos, y tenga que decidir. Pero igual tendrán que decidir el resto de partidos. Habrá que ver cuáles están en la línea de bloquear o en la de construir. Seguramente hay un espacio común entre PP, Vox y Cs, y hay más espacios comunescon el PSOE. Si en estos espacios comunes encontramos un acuerdo, habrá presupuestos. Si Vox se pone a hablar de recortar derechos LGTBI, de frivolizar con la violencia machista, o de poner pins o puks, ya sabremos que lo que quieren es bloquear y dinamitar el presupuesto.

Porque usted el pin parental no lo va a aceptar de ninguna de las maneras.

No. De hecho, me da rabia porque es una polémica «fake», que está inventada: Nos pagan para solucionar problemas que existen, y no para generar otros que no existen: la consejería de Educación tiene cero quejas por este asunto. Y están condicionando un presupuespuesto de 20.000 millones de euros por un problema que es inventado. Confío en que rectifiquen.

Y si no rectifican, no habrá presupuestos.

Claro, tienen esa fuerza. Salvo que PSOE de repente se caiga del caballo, como San Pablo, y por primera vez en 25 años decidan votar a favor de unos presupuestos que no son los suyos.

¿Ya ha perdonado a Ayuso que nombre jefe de gabinete a un señor que le insultaba en Twitter?

No tengo que perdonar a nadie, y menos en política. Cada uno toma sus decisiones y se rodea de la gente que cree que más le puede aportar.

¿Han tenido ocasión de cambiar impresiones usted y Miguel Ángel Rodríguez?

No.

¿Y tiene intención de hacerlo?

No.

¿Ve imposible un pacto esta legislatura con el PSOE en Madrid?

Hoy por hoy, el PSOE es un partido que está absolutamente fagocitado por Sanchez. No hay una izquierda. Me atrevería a decir que el PSOE ha dejado de ser socialdemócrata, ha dejado de ser de izquierdas. Cuando lo sean, cuando haya un compromiso con la unión entre españoles, cuando haya un proyecto más allá de Sánchez en el PSOE, veremos si procede o no un acuerdo. Pero hoy por hoy, veo realmente imposible que pueda haber un pacto con lo que queda del PSOE en la Comunidad de Madrid.

¿Qué podría hacer saltar por los aires el acuerdo PP-Cs?

Espero que nada; incumplimientos del programa o situaciones que no deseo.

¿Y una radicalización del PP hacia Vox?

Tenemos la suerte de que hay un acuerdo firmado, con 155 medidas que compartimos. Si los dos tenemos vocación de cumplirlas, no habrá problemas. Si alguien decide romper ese acuerdo o entregarse a manos de Vox, tendría que explicarlo. Pero no veo al PP en esos planteamientos.

¿Cuántas almas tiene Cs?

Tiene una. Un alma liberal progresista. Y esa alma tiene que ser capaz de traducirse en utilidad. En momentos como los actuales, es necesario que funcione la cabeza y el corazon, lo social y lo económico, y eso sólo lo representa esta ideología. De hecho, en Europa tenemos grupo propio, la tercera ideología, después de los conservadores y los socialdemócratas. El reto es demostrar que esos planteamientos son mayoritarios en la sociedad, que yo lo creo. A pesar de la espuma y la polarización, en España sigue habiendo gente moderada

Debe ser gente que votó a otros partidos.

Sí, o que se quedó en casa. Pero creo que Cs está llamado a aglutinar a toda esa gente, y que tiene mucho recorrido por delante si somos capaces de contar lo útiles que podemos llegar a ser, lo necesarios que somos y la gran irresponsabilidad que sería no tener un partido como Cs. Porque una España de rojos y azules sería volver otra vez al siglo XX. Una España donde en el Congreso entra la CUP y sale Albert Rivera es una mala opción. Tenemos que ser capaces de reconstruir ese centro.

¿Y esa idea quién la va a dirigir, Arrimadas o Igea, o los dos juntos?

Yo espero que sea Inés, es la más cualificada para hacerlo, la que genera más apoyo y simpatía dentro y fuera del partido. Ha demostrado que es capaz de ganar elecciones en sitios difíciles, como Cataluña. Sería fantástico que fuera la primera presidenta de España. Pero para eso hay que pasar un congreso, el mes que viene, y debatir mucho. Espero que de él salgamos reforzados.

¿Se pueden permitir que haya una división dentro del partido ahora, tras el varapalo electoral?

Es bueno que se ponga negro sobre blanco, y que las personas que defienden un modelo de partido más cercano a las baronías lo digan, y los que defendemos un partido sin baronías, cercano a los afiliados pero con capacidad para decir lo mismo en Cádiz, Vic, Rentería o Madrid, también lo digamos. Quiero que no haya barones territoriales que puedan echarle un pulso al partido. El futuro de Cs pasa por no ser 17 PSCs, uno en cada comunidad, sino por ser un gran proyecto nacional.

Es curioso que usted, uno de los pocos barones que tiene Cs, no defienda las baronías.

Porque creo que por encima de las regiones está el país. Y España más que nunca, no necesita una suma de reinos de taifas, sino un gran proyecto nacional.

¿Qué cree que va a pasar en las elecciones vascas y gallegas con Cs?

El nacionalismo está alcanzando cotas de poder inéditas en España; necesitamos reaccionar los que sí creemos en España. Más allá de las siglas y de las discrepancias políticas de segundo nivel, debe haber una unión de primer nivel: frenar a los nacionalistas, a los que no reconocen al Rey o le hacen desplantes, a los que quieren resquebrajar la convivencia entre españoles, desde ERC al PNV o el BNG. Y tenemos la suerte de que en 2020 podemos hacer frente a la vez a tres envites nacionalistas: Cataluña, País Vasco y Galicia. Queremos crear espacios de consenso y encuentro entre constitucionalistas, para que no se pierda ni un solo voto por la ley electoral, o por los restos. Eso pasa por tender la mano a conservadores y socialdemócratas en Galicia, País Vasco y Cataluña. Y en eso estamos.

¿Y en concreto, en Galicia?

Feijóo se está resistiendo a una plataforma de esas características, y me parece un error: la arrogancia de Feijóo es la mejor aliada de los nacionalistas. Si sigue empeñado en no pactar una coalición, es posible que el BNG gobierne en Galicia; hay encuestas que dicen que por uno o dos escaños pueden hacerlo. Por eso me parece una temeridad la respuesta de Feijóo de creer que puede seguir ganando él solo. Esperamos que rectifique él o Pablo Casado le haga rectificar. No me gustaría que el 6 de abril ni Feijóo ni nadie tuviera que arrepentirse.

 

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