Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) es una andaluza afincada en Madrid y antes en Cataluña con orígenes en Castilla y León. En concreto en Salmoral, un pequeño pueblo de Salamanca del que son naturales sus padres y «mis cuatro abuelos», recuerda en conversación con ABC.
La presidenta de Ciudadanos (Cs) apela a ese arraigo para decir que entiende «el sentimiento de abandono» que tienen los habitantes de esa comunidad con respecto «al bipartidismo», tras haber sido siempre «leales», asegura, al proyecto nacional de España. Precisamente en esa tierra, en las elecciones autonómicas del próximo 13 de febrero, su partido vuelve a enfrentarse a una importante prueba para su viabilidad futura, seriamente amenazada desde la debacle electoral de Albert Rivera hace dos años.
¿De verdad no se esperaba que Alfonso Fernández Mañueco fuese a adelantar las elecciones?
Para nada. Por supuesto que me ha pillado por sorpresa. Pero no a mí sola. Me ha sorprendido igual que al resto de ciudadanos de Castilla y León. Mañueco decía todo el día, de manera pública, que no, que iba a gobernar con unos presupuestos prorrogados, que el Gobierno funcionaba bien y con normalidad, como dijo justo cuatro días antes de convocar. Mi sorpresa es la misma que la del resto de ciudadanos.
Pero era una posibilidad que se venía comentando desde hace tiempo, como se ha publicado.
Eso lo habría dicho Génova, pero Mañueco no. Él, insisto, hablaba de seguir con la legislatura autonómica, que la Junta de Castilla y León funcionaba con normalidad y que los presupuestos regionales se podían prorrogar. Esto es una maniobra que no tiene que ver con la realidad de Castilla y León, esto se ha decidido en Génova.
¿Ha hablado con Pablo Casado desde que se conoció el adelanto?
No. No me ha llamado. Supongo que no lo tendrá muy claro, no me ha llamado.
Si pudiera hablar con el líder del PP, ¿qué le diría?
Yo lo que le diría a Casado es que si pretende llegar a La Moncloa tiene que tener más aliados. O dicho de otra forma, tiene que dejar de atacar a sus aliados. Ataca a Ayuso [Isabel Díaz], ataca al Gobierno de Castilla y León, ataca al Gobierno de la Junta de Andalucía, ataca a Ciudadanos, se mete personalmente con Santiago Abascal, con Cayetana [Álvarez de Toledo]... Es decir: la estrategia de Génova parece que es quedarse solo y atacar a sus aliados y a sus socios, e incluso a sus compañeros de partido. Yo le digo que el sanchismo y sus socios son demasiado peligrosos como para pensar que tú, solo, vas a poder con él.
Usted dice que esto es una operación de Génova. ¿Qué grado de implicación cree que tiene en la misma el secretario general del PP, Teodoro García Egea?
Yo lo que sé es que esto no se ha decidido en Castilla y León. Esto se ha decidido en Madrid. Y en Castilla y León la gente está muy cansada de que en Madrid no se acuerden de esa comunidad nada más que para utilizarla como pieza de un ajedrez. Estamos en una sexta ola, hay que pensar en los fondos europeos, Castilla y León tiene un problema de éxodo poblacional importante en las últimas décadas, tenemos obviamente el problema de la atención primaria sanitaria ahora mismo colapsada, o el problema del empleo. Esto es una frivolidad que solo se explica por que en Génova han cogido un mapa de España y han apuntado a Castilla y León. Es curioso, porque es una operación digna de Pedro Sánchez, no digna de una persona que quiere sustituir o ser mejor que Pedro Sánchez.
Usted ya asumió errores por la moción de censura impulsada este año en Murcia, que además le costó el puesto a algunos de sus colaboradores. Pero haciendo una mirada retrospectiva, ¿no puede tener lo ocurrido ahora cierta relación con ese movimiento que ya precipitó el adelanto electoral en Madrid?
Esto tiene su origen en Génova, y en la necesidad que Casado tiene de tapar la victoria de Ayuso y de atacar a Ciudadanos. No tiene ninguna otra explicación. Le digo una cosa: qué casualidad que el PP solo se inventa posibles mociones de censura que estarían a punto de presentarse en los lugares en los que quieren adelantar elecciones. Donde no pueden adelantar elecciones y no tienen que buscarse excusas para adelantar elecciones no se lo inventan. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid o en el Ayuntamiento de Zaragoza o en otros consistorios donde gobernamos juntos. Ahí no se inventan supuestas mociones de censura. Esto es insultante a la inteligencia. Es una patraña digna, como digo, de Sánchez. Es muy parecido, o incluso esto es peor aún, a lo que hizo el presidente del Gobierno de mandar a Illa [Salvador] de candidato a Cataluña en plena tercera ola. Es algo propio de la vieja política, de utilizar los territorios como piezas de un tablero.
¿Cree que hay gente en el PP, incluyendo la cúpula nacional y las baronías territoriales, que comparte su diagnóstico?
Es que hay muchísima gente en el PP que no comparte para nada la estrategia de ataque indiscriminado tanto interno, a algunos líderes del PP, como a Ciudadanos. Y no es que lo crea yo, es que nos lo trasladan. Lo que pasa es que no se atreven a decirlo en público. Hay líderes del PP que gobiernan estupendamente con Ciudadanos, que saben que esos gobiernos funcionan bien y que no comparten esta estrategia, que además yo creo que debilita el liderazgo de Casado. Un líder es un líder porque sabe aglutinar, y que no se dedica a atacar a los que tiene al lado.
Entre esa gente estaba, hasta hace tres días, el propio Mañueco.
Es que Mañueco era el primero que sabía que no había que convocar. A Mañueco le han empujado a convocar. Mañueco lo que ha sido es obediente. Y al final ha convocado, no se explica por nada de lo que haya pasado en Castilla y León, sino por lo que está pasando en Génova. Es una estrategia, como digo, nefasta para España. Para vencer a Sánchez vamos a necesitar todos los votos, también los de un partido liberal como Ciudadanos.
¿Y Juan Manuel Moreno?
No está para nada en esta línea de Génova. Él entiende lo que ha costado sacar al PSOE de Andalucía, y que hemos sido leales. El Gobierno andaluz es un tesoro que hay que cuidar. Juanma ha sufrido muchas presiones, pero es fuerte y no cede.
¿Cree, como dice el PSOE, que el adelanto electoral responde a la necesidad de tapar la «agenda judicial» que tiene el PP de Castilla y León?
El PP lleva treinta años gobernando con mayoría absoluta allí y desde luego ese puede ser uno de los factores. Está claro que todos ellos son contrarios o ajenos al interés general. Está claro que el PP, de las épocas que gobernó con mayoría absoluta, sigue teniendo muchas causas pendientes con la justicia.
Un procurador de Ciudadanos en las Cortes, David Castaño, ha dicho que Ciudadanos después del 13-F podría apoyar al PP pero no a Mañueco. ¿Lo comparte?
Nosotros vamos a defender el contenido del que era nuestro acuerdo de gobierno, que era un buen contenido, por sus medidas. Y ese acuerdo ha sido atacado por Tudanca [Luis] con una moción de censura infame, que nosotros votamos en contra, y por Mañueco, que lo ha dinamitado por los aires porque se lo han dicho en Génova.
¿Pone la mano en el fuego porque Francisco Igea no ha negociado con el PSOE y Por Ávila a espaldas del PP?
Igea ha demostrado con pruebas, y con mensajes, que no solo no estaba por la espalda, sino que el PP le agradecía su gestión con Por Ávila. Le han pillado al PP con el carrito del helado. Y así lo demuestra también que Igea el sábado hizo unas declaraciones a favor de una lista conjunta con el PP.
¿Igea será el candidato?
Estamos analizando las posibilidades que contemplan nuestros estatutos. Lo que puedo garantizar es que que será una propuesta de unidad con el apoyo de Ciudadanos de Castilla y León.
¿Habrá primarias?
Se van a cumplir escrupulosamente los estatutos, que prevén diferentes opciones para unas circunstancias excepcionales como estas.
Quién le iba a decir, después de su enconado enfrentamiento en las primarias de 2020, que usted estaría tan unida a Igea.
Todo el mundo sabe que el estilo de Paco y el mío son distintos, y que pensamos diferente en muchas cosas. Pero eso se dirimió en unas primarias en las que yo tuve el 80% de los votos. Eso no quita para decir que él estaba urdiendo algo por detrás, como hace el PP.
Visto en perspectiva, ¿Cs negoció bien los acuerdos de gobierno en 2019?
Yo no estuve en ese comité negociador. Veo un problema haberles regalado las cuatro presidencias autonómicas y todas las alcaldías importantes. Y eso que habían sacado el peor resultado de su historia.
¿Qué le dice a quien piense votar a Soria ¡Ya!?
Que entiendo que el bipartidismo les ha abandonado, pero que recuerden cuál ha sido la postura de Cs siempre contra privilegios como el cupo vasco, donde siempre le toca el Gordo al PNV.»
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