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Entrevista a Melisa Rodríguez: «No nos votaron para que el señor Iglesias sea vicepresidente»

06-12-2019 | ABC

La portavoz de la Gestora de Ciudadanos minimiza las voces críticas en el Consejo General, admite que aún se puede hacer más autocrítica y avisa: «El centro es más necesario que nunca»

Melisa Rodríguez recibe a ABC en la entreplanta de la sede de Ciudadanos. Tras tres legislaturas de diputada, no revalidó su acta por Santa Cruz de Tenerife y ahora se encargará de otros menesteres. Hasta marzo, será la portavoz de la Gestora del partido que pilotará la sucesión de Albert Rivera. Es muy cercana a Inés Arrimadas, pero de momento prefiere centrarse en la transición. Asume que pueden hacer «más autocrítica», pero deja una cosa clara: no apoyarán la entrada de Podemos en el Gobierno.

 

¿Qué aspira de su etapa como portavoz de la Gestora?

Que sea una etapa de consenso y sobre todo de transición. Una gestora es eso: un órgano que lleva al partido hacia la próxima Asamblea y que vela por que estos cuatro meses todo siga funcionando.

 

La Gestora es continuista, ¿da pistas de la futura dirección?

No da pistas absolutamente de nada, tendremos que preguntar a los que se vayan a presentar cuáles van a ser sus equipos. La función de esta Gestora no es diseñar la dirección que viene.

 

¿Ve a Fran Hervías en la Ejecutiva?

Si ha habido algo en este partido, es un ejercicio de responsabilidad bastante elevado. El presidente de mi partido dimitió después de conocer los malos resultados. También lo hicieron el secretario general y el secretario de Comunicación, y el de Organización ha dicho que no va a volver a serlo. Más allá de eso, serán los candidatos los que diseñen sus equipos.

 

¿Ha hablado con Arrimadas sobre el devenir del partido?

Tengo la gran suerte de tener una relación muy buena con Inés. Cuando Inés quiera presentar su equipo es importante que nos explique qué modelo de partido quiere. Aunque ya le adelanto que mi voto lo tiene porque creo que no hay mejor líder para este partido, según mi opinión como afiliada; no como portavoz de la Gestora.

 

¿Qué opina del tenso debate y las filtraciones de su último cónclave?

Es cierto que hubo intervenciones críticas. Casualmente, son las que se filtraron a medios, pero hubo más de veinte intervenciones. Otra cosa es que el resultado de las votaciones sean cinco votos en contra de la Gestora, seis abstenciones y más de 110 a favor.

 

Algunos defienden que falta un análisis público del resultado del 10-N.

El presidente de nuestro partido dimitió en menos de 24 horas. Yo no sé qué más autocrítica quieren. A Rajoy lo echaron después de una moción de censura porque ni siquiera con la sentencia se quiso ir. A Pedro Sánchez lo echaron, que por otra parte, paréntesis, es la única vez en los últimos años que España se ha desbloqueado. Y a Pablo Iglesias el número dos le monta otro partido.

 

Los críticos dijeron que habían defraudado a los españoles, ¿la carta de Arrimadas a Sánchez busca evitar otra decepción?

Yo creo que quizá no se nos entendió del todo. Pusimos una propuesta sobre la mesa siete días antes. Había tiempo suficiente para que el señor Sánchez gobernase en solitario. Eran tres puntos: los impuestos, montar una mesa sobre Cataluña y que Navarra volviese al constitucionalismo. La carta que envió Arrimadas es un ejercicio de responsabilidad porque creemos que hay una oportunidad para no depender de los independentistas y para que Pablo Iglesias no sea vicepresidente. Cuando acordamos con el PSOE hicimos un acuerdo de 150 puntos; con el PP, 150 puntos; y, oh sorpresa, los dos tenían cien puntos exactamente iguales. Hay una mayoría de 221 escaños que puede garantizar que España no se vaya a los extremos.

 

Pero ahora su oferta ha llegado antes de la constitución de las Cortes.

Para todos aquellos que decían que llegó una oferta «in extremis». Más «in extremis» que un acuerdo de gobierno firmado 24 horas después de unas elecciones... Quizá nos estuvieron engañando y las segundas elecciones fueron una pantomima y ya lo tenían hecho de antes. Si no, dígame cómo es posible. Nosotros le pusimos tres condiciones con siete días de margen, pero lo que querían eran elecciones. Hicimos la oferta cuando supimos que las negociaciones con Podemos estaban rotas, o lo parecían.

 

Rivera empujó a Sánchez a cerrar un pacto con Podemos y los nacionalistas. ¿Arrimadas lo habría hecho?

Lo que hizo Rivera fue avisar de lo que estamos viendo hoy. Nos decían que éramos unos agoreros y ahora se está cumpliendo. Inés y Albert son personas diferentes, pero tienen algo en común: que creen profundamente en el centro político, que es más necesario que nunca.

 

¿Qué cree que falló el 10-N?

Creo que quizá no supimos comunicar lo que estábamos haciendo. No supimos atacar esas corrientes de desinformación que venían por parte del Gobierno. Tenemos que hacer todavía mucha más autocrítica y estoy segura de que el nuevo equipo trabajará todavía mejor en comunicar todas esas grandes cosas que estamos haciendo y que son necesarias.

 

¿Hay opción de que Cs apoye un Gobierno del PSOE con Podemos para que no dependa de ERC?

No nos votaron para que el señor Iglesias sea vicepresidente. Creo que hemos hecho algo que no han hecho Sánchez ni Casado, que se empeñan en darse la espalda. Hay una opción. ¿España puede tener un gobierno que no dependa de los independentistas ni de Podemos? Sí. ¿Que no dependa de los extremos? Sí.

 

Lee la entrevista en ABC

 

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