Cs en los Medios

¿Hacia dónde miran Adolfo Suárez, Felipe González, Mariano Rajoy y Albert Rivera?

24-11-2015 | El Mundo

Una foto, constante, presente en cada cita electoral: la imagen del candidato. Sólo él. Pero una instantánea clave. Es la imagen.

 

Una foto, constante, presente en cada cita electoral: la imagen del candidato. Sólo él. Pero una instantánea clave. Es la imagen. Unos miran a la derecha. Otros a la izquierda. Algunos al frente. Hay quienes prefieren mirada perdida al horizonte. Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, ha presentado su cartel de campaña: su imagen, mirando al horizonte, hacia la izquierda para el votante. ¿A dónde mira? "Hacia la izquierda simboliza mirar al pasado. A la derecha, al futuro", responde Carles Salom, consultor político y experto en campañas. "La mirada al horizonte refleja ese proyecto común de futuro para España", comenta Fernando de Páramo, secretario de Comunicación de Ciudadanos y miembro del comité de campaña.

 

Aunque pasen los años y avance la tecnología, todo político necesita de un cartel de campaña. Ya no se hace la tradicional pegada, pero cartel, hay. Rivera, con chaqueta, pero sin corbata, se acompaña del eslogan "Con ilusión". El nombre del partido aparece relegado a la parte inferior. Su imagen y su pose, recuerda a la de Adolfo Suárez, que es, además, uno de los grandes referente de Rivera. Pero también a la de los carteles con los que Felipe González (1982) y Mariano Rajoy (2011) cosecharon sendas mayorías absolutas. "Hay una inspiración en estos carteles de manera clara. Han jugado con ello", apunta Salom. "Nosotros no hemos inventado nada. Es cierto que buscamos inspiración, pero tener en cuenta los carteles de otros candidatos no ocupó el debate", señala De Páramo. Rivera posa sobre un fondo gris. Nada casual, según los expertos. "Ese fondo supone una manera de conectar con los votantes mayores, que son los que quiere aglutinar Rivera. Ese color evoca a los grandes políticos del pasado. Evoca esa tranquilidad de lo conocido", descifra Salom.

 

Esta tradición se alterna con el tono desenfadado de no emplear corbata. "La intención es transmitir un mensaje de modernidad, ruptura, progreso, pero de manera civilizado, teniendo presente el pasado", añade. De Páramo completa el análisis: "Hemos intentado hacer un cartel fresco y moderno, pero que refleje los valores de la campaña".Por esa misma razón, González y Rajoy miraban a la derecha (para el votante) en sus carteles. El lema del PSOE en 1982 era "Por el cambio", y el del PP en 2011 era "Súmate al cambio". "Hablan de cambiar, de futuro. Invitan al lector a acompañarles. Por eso miran a la derecha", diagnostica Salom.

 

"Queríamos salir del estereotipo del primer plano y la mirada al frente", comenta De Páramo, quien añade que salvo los retoques del fotógrafo de luz y enfoque, no hay Photoshop. "Es una imagen limpia. No queríamos esa perfección del retoque quitando arrugas o expresiones de la cara", pone como ejemplo. Junto a su imagen, el eslogan: "Con ilusión". Salmon lo analiza: "Llama la atención que no es un imperativo, no invita a hacer una acción. Con ilusión, ¿qué?", se pregunta el consultor político. "La tipografía de la palabra ilusión implica movimiento hacia delante, dinamismo". El nombre del partido queda relegado a la parte inferior derecho, un punto importante, al ser uno de los cuatro puntos de fuerza de una imagen. "No ocupa un espacio prioritario. Hemos priorizado la imagen del candidato y el eslogan", dice el secretario de Comunicación de Ciudadanos.Salom resume el cartel: "Juega con la bipolaridad del guiño a los votantes de la Transición, a los mayores de 50 años y, por otro lado, el progresismo y dinamismo de no llevar corbata, de querer romper con la imagen tradicional y encorsetada del político".

 

Rivera es un político cuyos carteles electorales suelen dar que hablar. El primero de todos ellos, con el que se presentó a las elecciones de Cataluña en 2006, aparecía desnudo.Cuando su equipo se lo propuso, su primera reacción fue decir que no. Después cedió: "Joder, qué putada". "Me dijeron que no iba a ser una horterada. Accedí, no sé cómo. Ahora no lo haría. Fue superarriesgado, pero salió bien", ha reconocido en una entrevista a Vanity Fair.

 

* Lee la noticia en El Mundo

 

Volver