Opinión

El acuerdo presupuestario Ciudadanos-PP: buenas noticias para los españoles

28-03-2018 | El Economista

Lo más importante es que los nuevos presupuestos darían estabilidad económica y social a España, cuando la necesita especialmente.

Después de una década, y gracias al acuerdo presupuestario 2017 entre Ciudadanos y el PP, España por fin cumplió el objetivo de déficit. Llevamos varios años de crecimiento económico, pero con los gobiernos del PP con mayoría absoluta, el déficit estaba sistemáticamente fuera de control. Para qué vamos a hablar de la segunda legislatura de Zapatero, en la que el PSOE fue absolutamente incapaz de cuadrar mínimamente las cuentas.

Con este dato de déficit, y con este panorama económico, España creciendo por encima del 3%, y con un crecimiento equilibrado, que se refleja en el superávit por cuenta corriente, es más sencillo presupuestar. Además, los nuevos presupuestos son más necesarios que nunca. Por una parte, la situación política en Cataluña sigue empeorando, porque los partidos separatistas continúan en el caos y el desafío a la convivencia y la legalidad. Pero, además, seguimos teniendo un gravísimo problema de desempleo y de precariedad. Por todas estas razones son necesarios unos presupuestos que den normalidad institucional, que sigan cuadrando las cuentas, es decir reduciendo el déficit, y que traigan reformas positivas.

Hasta la semana pasada, el Gobierno del PP siguió sin intentar siquiera cumplir con Ciudadanos y con los españoles. Como paso previo a poder negociar unas cuentas, el PP tenía muy claro que debía apartar a Pilar Barreiro, imputada por cinco delitos en la trama Púnica, del grupo parlamentario popular en el Senado. Finalmente, y a regañadientes, Rajoy apartó a Barreiro el viernes por la tarde, cumpliendo mínimamente una exigencia de limpieza en su partido, pese al riesgo del precedente.

Este fin de semana, tuvimos que aterrizar las propuestas que habíamos acordado con el PP en septiembre, y que el Gobierno dejó esperando seis meses. Esencialmente, y pese a las públicas y reiteradas resistencias de Montoro, hubo que hacer efectiva la rebaja de impuestos que Ciudadanos exigió al PP para los contribuyentes que ganan entre 12.000 y 18.000 euros. Con este ajuste conseguimos que los pensionistas y trabajadores que ganan entre 12.000 y 14.000 euros ya no paguen IRPF, ahorrándose 60 euros al mes (740 euros al año), y que los que ganan entre 14.000 y 18.000 euros se ahorren unos 30 euros al mes de media (360 euros al año). Además, hemos establecido una deducción de 1.000 euros para las familias que lleven a sus hijos menores de tres años a escuelas infantiles o guarderías.

Por otra parte, también hemos aumentado la deducción de 1.200 euros para familias numerosas en 600 euros adicionales por cada hijo a partir del tercero (o del segundo en familias numerosas con hijos con discapacidad y en las monoparentales), y también hemos creado una nueva deducción de 1.200 euros al año, en otro impuesto negativo para quiénes cuiden a su cónyuge con discapacidad. Por último, había que hacer efectiva la rebaja del IVA a las entradas de cine. Todos conocemos la resistencia de Montoro y Méndez de Vigo a efectuar esta rebaja fiscal, más que ninguna otra que tampoco les gusta. Sin embargo, hay que reconocer que ambos ministros tienen razón en que esta rebaja debe repercutirse al consumidor, reduciendo el precio de las entradas, como única forma de que se abarate el acceso también a esta parte de la cultura que es el cine. Además de rebajar impuestos, no era aceptable política ni socialmente que todos los pensionistas perdiesen poder adquisitivo, mientras España sigue creciendo y, por fin, se estaban cuadrando las cuentas. Por eso, y aprovechando que las nuevas previsiones de crecimiento, cuatro décimas más gracias al esfuerzo de los españoles, se traducirán en mayor recaudación, había que hacer un esfuerzo mejorando las pensiones más bajas. Finalmente, hemos conseguido que casi siete millones de pensionistas tengan una actualización de su pensión superior al mísero 0,25% que era lo que Rajoy quería darles en un principio. Los recursos y el sistema de financiación de una parte de estas subidas lo decidió unilateralmente el gobierno y pueden ser muy problemáticos. Habrá que esperar al texto final en el Boletín Oficial de las Cortes para saber hasta qué punto.

Por otra parte, en estos presupuestos se pondrán por fin en marcha el "complemento salarial naranja", es decir, que más de 600.000 jóvenes que trabajan y se forman, pero que no llegan a fin de mes, recibirán un complemento salarial financiado por el presupuesto de la UE, que de otra forma se perdería ante la incapacidad del Gobierno para ejecutar estos fondos comunitarios en políticas de empleo y formación realmente eficaces.

Entre los incumplimientos del PP, quizás uno de los más absurdos y dolorosos, sea éste, ya que no costaba un euro al presupuesto español y solo tenía ventajas económicas y sociales: mejorando la formación y la empleabilidad de los jóvenes, que constituyen nuestro futuro.

Obviamente, en 2018 había llegado el momento de empezar a cumplir con la Policía y la Guardia Civil, dos de las instituciones más valoradas por los españoles, y que con su trabajo diario hacen de España uno de los países más seguros del mundo. Casi nadie fuera de la política entiende que el PP y el PSOE no hayan hecho nada para equiparar el sueldo de estos servidores públicos con las policías autonómicas. Gracias a Ciudadanos habrá 500 millones en 2018 para empezar esta equiparación ya, con el compromiso explícito de concluirla en 2020.

Hay muchas más políticas que desde Ciudadanos hemos impulsado en este acuerdo presupuestario 2018, exigiendo, con el acuerdo de investidura, que se doten partidas adicionales concretas como lucha contra el fraude fiscal o modernización de la justicia.

Por supuesto, sin presupuestos no habrá nuevas inversiones como el Corredor mediterráneo, ni 4.000 millones de euros adicionales para la educación, sanidad y servicios sociales que gestionan las CCAA.

Sin embargo, lo más importante es que los nuevos presupuestos darían estabilidad económica y social a España, cuando la necesita especialmente.

No son nuestros presupuestos, pero los apoyaremos, no sólo por responsabilidad, sino también porque, como señalaba el lunes Albert Rivera, son buenas noticias para los españoles. Esperamos que las demás fuerzas políticas estén a la altura de las circunstancias.

 

Francisco de la Torre es diputado de Ciudadanos y Presidente de la comisión de Presupuestos del Congreso

 

*Lee el artítulo en El Economista

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