«El PP lleva la corrupción en su ADN. El transfuguismo es corrupción institucional. Un corrupto está en un partido corrupto. Está donde tiene que estar». Estas declaraciones, de hace un año, pertenecen a un “converso”, actual candidato a las listas del PP en las próximas elecciones europeas. Las dirigía a quienes en ese momento hacían el salto al Partido Popular, ahora repetidas esas acciones, dejan nuevamente al descubierto, la alarmante falta de principios y lealtad en la política actual. Estas actuaciones no solo socavan la confianza en el sistema político, sino que pone en entredicho la integridad y la coherencia ideológica de aquellos que optan por abandonar su partido en busca de intereses personales y oportunismo político.
Muchos de ellos para justificar su actitud individual y falta de ética, utilizan “el comodín” de Pedro Sánchez, un “plan Sánchez” ya denunciado por Albert Rivera (este asunto daría por otro artículo) pero que ahora los “desencantados” utilizan como coartada. Mientras tanto, cobran su última nómina institucional del partido al que representaban y por el cual fueron elegidos, y que nunca hubieran alcanzado por su valor fuera del paraguas de Ciudadanos. Estos políticos “noministas” cuyo valor e ideología es, la nómina ante todo y por delante de todo, y cuyos principios Groucho Marxianos “»Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros» se constatan acostándose dentro del Partido Liberal Europeo y levantándose dentro del partido Conservador Europeo. Sus declaraciones públicas están en la hemeroteca, las del ámbito privado o realizadas dentro de los órganos internos del partido, permítanme que me las guarde, irreproducibles en horario infantil, hacia quienes les acogen con fervor hoy en día.
Es por ello que a estas personas que no abandonan y renuncian a su “cargo-nómina” antes de desembarcar en otro partido, hay que llamarlas por su nombre tránsfugas. Nadie puede dudar que el transfuguismo socava la credibilidad de la política y erosiona la confianza en nuestras instituciones democráticas poniendo en la diana a quienes lo realizan y a quienes los acogen. El transfuguismo contradice los valores fundamentales de Ciudadanos, valores que los ahora desleales aceptaron y pusieron por escrito con su firma en una carta ética, que se basan en la transparencia, la ética y el compromiso con los principios democráticos, unos valores y principios que nos llevaron a muchos a unirnos a este proyecto político y que continuamos luchando por una política basada en la honestidad, la integridad y el servicio público.
Estos episodios lamentables subrayan la necesidad urgente de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la política. Los ciudadanos merecen representantes que estén comprometidos con servir a sus intereses y defender sus valores, no políticos que estén dispuestos a traicionar esos principios en aras de su propio beneficio personal o partidista. El cambio de siglas además de poner bajo sospecha a los involucrados, plantea preguntas como, ¿Qué garantía hay de que no volverán a cambiar de partido si eso les conviene en el futuro? ¿Cómo podemos confiar en políticos que están dispuestos a abandonar sus principios y compromisos con tanta facilidad? Esta falta de compromiso con una ideología o una visión política clara, socava la confianza en la capacidad de estos representantes para tomar decisiones coherentes y responsables en nombre de los ciudadanos.
La necesidad de un partido liberal, de centro, reformista que sea alternativa a la alternancia, capaz de corregir y nivelar los vicios y conductas adquiridas por el bipartidismo que nos ha traído hasta aquí, se vuelve hoy en día más necesario que nunca. Y aunque no sea lo que algunos quieren y desean, en las próximas elecciones europeas habrá una papeleta de Ciudadanos. Habrá una papeleta de un partido comprometido con la defensa de los intereses de los ciudadanos españoles y europeos, y continuaremos trabajando incansablemente para promover nuestras ideas y principios liberales en el Parlamento Europeo y en todos los ámbitos políticos en los que estemos presentes, puesto que creemos firmemente en la importancia de la coherencia ideológica y el compromiso con los principios fundamentales. Nuestro compromiso está con la defensa de la libertad, la igualdad, el Estado de derecho y los derechos humanos como pilares fundamentales de nuestra acción política.
Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de seguir representando a los ciudadanos españoles y europeos en el Parlamento Europeo y de trabajar por un proyecto político que ponga en el centro el bienestar y los intereses de la ciudadanía. Y es justo por eso, por la importancia de los principios y la lealtad en la política que no se me ocurre nadie mejor que Jordi Cañas para liderar y defender esos valores. Afiliado desde el origen de este partido allá por 2006, actual vicepresidente del grupo Renew, los liberales del Parlamento Europeo, y siempre comprometido con los valores liberales en la defensa de la Constitución y de la Unión Europea.
Manuel Iñarra, coordinador de Ciudadanos Asturias