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Llave en mano sobre la futura pensión: una revolución para los jóvenes

17-04-2023 | El Economista

La vivienda en propiedad no es un lujo: es un factor importante en el desarrollo del plan de vida de las personas.

Ser joven es mal negocio en la España de hoy. Con altos niveles de desempleo (la peor situación de la UE, al lado de Grecia) y salarios estancados que solo dan para ir tirando se pueden hacer muy pocos planes. Parches para entretenerse en forma de bonos culturales y muchas promesas y palabras que se quedan en nada.

Si a esta situación se le añaden reformas que castigan a los jóvenes, como la de las pensiones, el panorama es desolador: deben aportar más en sus cotizaciones para pagar unas pensiones que no tienen garantía de recibir. ¿Quién puede pensar en formar una familia con este panorama? ¿Cómo se hace para que tener casa no sea un sueño? Los números lo dicen todo: entre 2004 y 2021 el porcentaje de la población mayor de 65 años con vivienda en propiedad ha aumentado un 2,7%, mientras que en los jóvenes que tienen menos de 30 años ha caído casi un 40%. 

Es un círculo vicioso: los altos alquileres (que van a aumentar con la disparatada Ley de la Vivienda que el electoralismo del Gobierno ha sacado adelante para ganar algo a cualquier precio en el corto plazo) impide que los jóvenes puedan ahorrar, y eso les imposibilita reunir la entrada para comprar una vivienda. No tienen liquidez. Pasan los años y se van cerrando las oportunidades. A este ritmo, llegarán a la jubilación, a diferencia de la gran mayoría de los actuales pensionistas, sin hogar en propiedad: su pensión valdrá menos, porque tendrán que hacer frente al gasto de vivienda. 

Para ayudarles a abrir un horizonte de esperanza, nosotros proponemos que puedan recibir por adelantado un 10% de su futura pensión, y que tengan capacidad, de esa forma, para acceder a la adquisición de una vivienda. Es una especie de adelanto, en un solo pago, de la cuantía equivalente a 20 años de pensión contributiva. 

Pongamos números con el ejemplo de un joven de 32 años cuya base reguladora (el dato por el que la Seguridad Social calcula pensiones, ayudas de desempleo o bajas por enfermedad) es de 2.000 euros. A la hora de la jubilación, su pensión sería de unos 1.700 euros (en términos presentes, claro). La idea es que ese joven pueda pedir a la SS que le adelante 48.000 euros para poder afrontar la entrada de un piso. A cambio, cuando se jubile, recibirá 1.530 euros en lugar de los 1.700 previstos.

¿Qué requisitos serían necesarios? Ser menor de 35 años y tener ya cotizados un mínimo de cinco, de los que uno y medio deberían ser inmediatamente anteriores a la solicitud. Además, y para impedir cualquier posibilidad de especulación, dos condiciones: que esa casa no pueda cambiar de propietario en los cinco años siguientes a la adquisición, y que si cambia después de este plazo se devuelva a la Seguridad Social la cuantía del adelanto.

Es una propuesta para superar la enorme injusticia generacional con los jóvenes y crear un potente incentivo para organizar sus vidas. La posibilidad de pedir este adelanto hace que todas las contribuciones sociales sean generadoras de derechos, independientemente de la edad a la que se hacen, y ayuda a enfrentarse al grave problema de la vivienda, que, entre otros factores, pasa por la ausencia de liquidez. 

La fórmula que proponemos (permitir a los jóvenes, con determinadas reglas de juego, cambiar un ahorro a futuro en forma de pensión por un ahorro futuro en forma de vivienda en propiedad) no afecta al equilibrio financiero del sistema, porque, en términos netos intertemporales, no supone ni aumento ni disminución de ingresos: lo que la SS adelanta hoy se lo ahorra mañana. El joven que se acoja a la propuesta tendrá, a pesar de la reducción de la pensión causada por el adelanto, una mejor situación económica real, porque no tendrá que pagar un alquiler toda su vida. Y aunque no sea un objetivo directo de esta iniciativa, en términos agregados el mecanismo puede ser financieramente beneficioso para el sistema de pensiones.

La vivienda en propiedad no es un lujo: es un factor importante en el desarrollo del plan de vida de las personas. Los jóvenes (todos los españoles, pero desde luego los jóvenes) necesitan medidas concretas como esta que les ayuden a resolver sus problemas y a mirar el futuro con optimismo, y políticas que contribuyan a que se recupere la credibilidad de organismos específicos, como la Seguridad Social, y de las instituciones en general. 

Todo lo que no sea eso será engordar el populismo y la demagogia a costa de la frustración. Y todo lo que extienda la libertad de elección, el desarrollo personal y la igualdad real (igualdad ante la ley e igualdad de oportunidades) contribuirá a garantizar el Estado de bienestar y el sistema democrático para las próximas generaciones.

 

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