06-06-2024 | El Mundo

Este líder de opinión se ve felizmente obligado a anunciar que el próximo domingo su voto será para la lista de Ciudadanos, que encabeza Jordi Cañas.

Nunca unas elecciones europeas habían convocado tanto interés. La razón es que se han convertido en unas elecciones de interés nacional. O para decirlo más precisamente: Europa ya se percibe por sus ciudadanos como el decisivo sujeto político que es. La paradoja es que el interés viene dado por la fuerza creciente de partidos nacionalistas cuyo objetivo es la atenuación -cuando no la destrucción- de la instancia europea para volver, de algún modo, al funesto Estado-nación. Estos partidos usan habitualmente el sintagma La Europa de las naciones para describir su objetivo final. El sintagma es un viejo conocido de los españoles. Describió durante años la Europa que quería el nacionalismo catalán, y también el vasco. El Proceso fue, en realidad, un intento de construcción -de una puerilidad sonrojante- de esa Europa oximorónica. Pero se encontró con el rechazo radical de la Europa realmente existente.

Por la Europa de las naciones, que inexorablemente desemboca en el xenófobo principio de autodeterminación, trabajan, entre otros, Abascal, Le Pen y Puigdemont. De ahí que la división trascendente en estas elecciones ya no sea entre la izquierda y la derecha. El último en decirlo ha sido Steven Levitsky en el suplemento Ideas de El País (el único lugar de ese periódico donde aún queda alguna): «El eje principal ya no es realmente izquierda-derecha, sino lo que yo llamaría etnonacionalista por un lado, y cosmopolita por el otro». Y este es el eje al que debe atender el votante. No solo para rechazar a los etnicistas, sino también a los que legitiman su programa. Pedro Sánchez, el primero, que se llena su boca perjura en sus denuestos a Vox, pero que es incapaz de escupir el bolo podrido de sus alianzas con Esquerra, Junts o Bildu. O Núñez Feijóo, aún más ecléctico, que gobierna con Vox, critica a Vox, quisiera acuerdos con Junts, y que no hace ascos a una moción de censura con el acuerdo de los dos lados del etnicismo español.

Así pues, este líder de opinión se ve felizmente obligado a anunciar que el próximo domingo su voto será para la lista de Ciudadanos, que encabeza Jordi Cañas. En otras ocasiones este mismo voto se justificó por razones de orden diverso, que aludían a las convicciones y/o al pragmatismo. Una vez, incluso, fue un voto en estricta defensa propia. Para estas europeas la razón dominante es la higiene.

 

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