Opinión

Una oportunidad para el consenso

24-01-2016 | El Mundo

'Dedicar las calles a las víctimas del terrorismo es un homenaje que refleja el sentir general de los madrileños'

 Con el relevo en la Alcaldía de Madrid, relevo o bandazo según se mire, si algo teníamos claro es que a este mandato no le iban a faltar muestras de exhibicionismo ideológico a la par que una cierta dosis de revanchismo político.

Así las cosas, surgió en el Pleno municipal el debate sobre el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en el callejero de Madrid, aplazado por sucesivos gobiernos del PP durante ocho años. La verdad, no acierto a comprender la procedencia de un debate en sede municipal sobre la idoneidad y cumplimiento de una Ley en vigor, ni matizada ni derogada por un gobierno de derechas, más allá de encontrar espacios donde ofrecer al espectador atávicos enfrentamientos, seudolegales para más señas.

La inercia política, nos llevó entonces a generar un artificial debate donde unos y otros podían lucir y desempolvar viejos prejuicios. Mientras, puertas afuera, la ciudad discrepaba sobre la idoneidad o no de determinados nombres e incluso de todo el proceso, que genera importantes costes, y molestias a ciudadanos y empresas.

Al final, la sensación es que todo esto va dividiendo de nuevo nuestra sociedad, pues el espíritu de la Transición que permitió iniciar este ya largo periodo democrático ha sido olvidado y que la actitud de muchos políticos, lejos de buscar el acuerdo, es de lograr rédito político a corto plazo.

Ante todo esto, Ciudadanos es consciente de que las leyes están para cumplirse. Y si ello obliga a cambiar el nombre de algunas calles, habrá que estudiarlas con rigor, cuidado y generando las mínimas molestias. Particularmente, debemos evitar hacer de las denominaciones sustitutivas un arma arrojadiza. En eso estábamos cuando, desde asociaciones de víctimas y desde asociaciones que agrupan a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se nos propuso dedicar esas calles a víctimas del terrorismo, muy poco representadas en el callejero de Madrid.

Una propuesta que es, sin duda, una ventana de oportunidad para el consenso. Una propuesta que refleja el sentir general de los madrileños, que tantas veces hemos sufrido esta lacra. Por eso, inmediatamente quisimos formar parte de ella, adoptarla, y junto a las víctimas, servir de correa de transmisión para presentarla al resto de grupos políticos y a todos los madrileños.

Dedicar un homenaje público a una víctima del terrorismo es un reconocimiento a una persona concreta, pero también a una sociedad que se ha mostrado unida frente a la barbarie. Es recordar nuestra democracia en las personas que han dado su vida por ella. Es ofrecer a sus familiares un momento de cálida memoria y de paz. Y decirle a las generaciones venideras -ojalá que nunca más suframos el terrorismo en España- que las libertades que disfrutamos le costaron la vida a muchas personas porque otros nos querían imponer su totalitarismo.

El pasado día 15, Ciudadanos se reunió con las asociaciones de víctimas para dar forma a nuestra propuesta. No fue una reunión de trabajo más. Nada más comenzar nos dimos cuenta de la enorme sensibilidad que mueve sus actividades. Nos recordaron la importancia que tienen estos homenajes para sentir apoyo ante la pérdida de un familiar, y a la par, que hay víctimas que no podrán estar en el callejero, sencillamente, porque psicológicamente sus familiares no podrían soportar ver su nombre en una placa. El trabajo que hacen para transformar el dolor de estas personas en esperanza.

Y así, salimos de la reunión convencidos de que permanece en la sociedad la obligación de lograr una reparación absoluta imposible a las víctimas del terrorismo y permanece la obligación de los poderes públicos de prestarles apoyo moral y material, no sólo en forma de una placa en la calle.

Gracias, por esta ventana de oportunidad para el consenso. Por ayudarnos a crear unión donde existe división. Ojalá que todos los grupos políticos se sumen a esta propuesta, para que Madrid cumpla la Ley y los madrileños salgamos más unidos de este proceso.

Volver