Sala de Prensa

2014, regreso al futuro

27-07-2013 | Diari de Terrassa

Antes de que alguien se líe la manta a la cabeza, destrozando la legalidad democrática que tanto ha costado recuperar y desarrollar, regresemos al sentido común.

Me acuerdo de una frase de Marty McFly (Michael J. Fox) cuando le preguntaba a Doc (Christopher Lloyd) sobre su futuro: ¿Qué nos pasa en el futuro?, ¿nos volvemos gilipollas?

 El Pacto Nacional por el Derecho a Decidir está funcionando a toda máquina, la cuarentena de firmantes ha ido aumentando desde el pasado junio y se ha adherido recientemente el ayuntamiento de Barcelona, poca broma. Este pacto es fruto del compromiso que el Govern de CiU adoptó en el pacto de gobernabilidad suscrito con ERC con el objetivo de involucrar en la defensa de la autodeterminación a la sociedad civil y no únicamente a la clase política. Se escenificó con significativas presencias y con reveladoras ausencias, el correlato de esa puesta de largo son las mociones de adhesión que están entrando en los ayuntamientos catalanes en una de las fases del proceso, por otra se ha constituido en el Parlament de Cataluña una comisión de estudio que seguramente en breve expondrá un dictamen sobre cómo llevar a término el derecho a decidir el año que viene.

 Ante el proceso abierto, hay partidos políticos en Cataluña que claramente han dicho que no van a participar en lo que consideran una carrera que lleva a Cataluña al desastre económico y social según coinciden multitud de analistas, un proceso que denuncian porque tras un lustre supuestamente democrático se esconden las verdaderas intenciones de un núcleo promotor más sensible a la autodeterminación que a cualquier otra consideración. En el camino nos encontramos con un verso suelto, un PSC que todavía no sabe si decir sí o no, o mejor dicho, a veces dice sí (Lérida) y a veces dice no (Tarragona) ¡en el mismo día!

 Si alguien pudiera ir al futuro y ver lo que va a suceder alrededor del referéndum que Artur Mas está dispuesto a realizar, le tendríamos que dar la razón a Marty McFly que con estupor preguntaba si en el futuro seriamos todos gilipollas. Antes de que alguien se líe la manta a la cabeza, destrozando la legalidad democrática que tanto ha costado recuperar y desarrollar, regresemos al sentido común.

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