Notas de Prensa

Preferencias preferentes

25-04-2012 | www.eleconomista.es

A gentes cuyo fin era obtener un buen rendimiento a sus ahorros, les propusieron el envenenado regalo de las suscripciones preferentes

No es necesario acudir a doctrinas subversivas ni revolucionarias para reconocer que, en política, una cosa es la prosa y otra el verso. El verso igualitario, defensor de los derechos de la ciudadanía, queda para las declaraciones retóricas. Para el teatro (dramático o cómico) partidista.
La prosa se ejerce todos los días en actos u omisiones. En el uso selectivo del BOE, en el olvido, en el ponerse de perfil cuando el problema afecta de plano a los poderes fácticos. Hace algún tiempo la banca se encontró ante su propio vértigo. Su necesidad de recapitalizarse en plena resaca de su demencial política cortoplacista financiera de la envenenada burbuja inmobiliaria. Ante la imperativa necesidad de tapar agujeros, hábiles trileros utilizaron su credibilidad, sus oficinas? y a sus humildes impositores para producir el mayor fraude legal de nuestros tiempos.

A gentes cuyo fin era obtener un buen rendimiento a sus ahorros, les propusieron el envenenado regalo de las suscripciones preferentes. Un producto complejo, fuera de los límites de la comprensión de quien los suscribía y que se define por no tener liquidez inmediata, no garantizarse la inversión, no estar cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos y no tener compromiso de recompra. Y, cuando esas personas acudieron a las oficinas reclamando por entender que habían suscrito un depósito a plazo, fueron forzadas (lo toma o lo deja) a recibir acciones a plazo o imposiciones a 10 años? ¡¡Trágala a impositores de edad avanzada que precisan su dinero para vivir -o sobrevivir-!!

El artículo 51 de la Constitución exige de los poderes públicos la protección de los legítimos derechos de los consumidores. Pues bien, ni el socialista, ni el popular, ni el convergente ni el nacionalista han movido una ceja. Sus intereses no son de este mundo, como diría la Biblia. Se ubican en el paraíso de las cajas y bancos. Únicamente Ciutadans en Cataluña clama y reclama? en total soledad.
 

Javier Nart, Abogado
 

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