17-09-2010 | La voz libre

El presidente de Ciudadanos espera convertirse en bisagra tras las elecciones autonómicas

 Para Albert Rivera ha sido una larga legislatura en el Parlamento de Cataluña. Ahora tiene 30 años, pero a sus espaldas lleva haber estado practicamente solo frente a los planteamientos radicales del tripartito de Montila-Carod, haber sido abandonado por los otros dos diputados de su partido -Ciudadanos- y haber sido diana de amenazas de los nacionalistas.

 

- Hace unos días, un candidato de Solidaritat Catalana, el partido de Joan Laporta, le deseaba un tiro en la nuca. ¿Cómo se ha llegado a esta situación de amenazas en Cataluña?

 

- En Cataluña, desde hace 30 años, gobierna el nacionalismo -los de siempre-, que ha creado un caldo de cultivo de enfrentamiento, de odio, tanto en la educación, como en los medios de comunicación, permitiendo aquello que pasaba en Italia: cuando uno era de los nuestros, se le perdonaba según qué cosas. En lugar de expulsar a ese hombre del partido o pedir disculpas, no a mí, a muchos catalanes, a muchos españoles, ya que dijo “ratas españolas” o "que vuelva Tierra Lliure", dicen que la culpa es de los medios de comunicación y de Ciudadanos.

 

- El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha convocado elecciones para el 28 de noviembre, día del Barça-Real Madrid. ¿Esto es coincidencia o tiene intencionalidad?

 

- Dicen que en política las casualidades no existen y, si existen, están muy bien preparadas. Me hace pensar que en cuatro años de legislatura ha habido motivos suficientes para adelantarlas, por ejemplo por la crisis económica y muchas otras crisis, y teniendo otras fechas para escoger, elije esta. Al margen de la especulación, lo que creo, y es buena noticia, es que el 28 de noviembre se firmará el certificado de defunción del tripartito y del engaño del PSC a muchos electores.

 

- Muchos pensaban que Ciudadanos alcanzaría un acuerdo previo electoral con UPyD, el partido de Rosa Díez, para acudir juntos a las elecciones. ¿A qué se debe que no se vaya a producir? ¿Quién es el culpable?

 

- Nosotros también lo esperábamos. Lo esperaba casi todo el mundo, menos la cúpula directiva de esa plataforma. Por eso hay que preguntarles a ellos por qué no se produce, si todos los votantes de Ciudadanos y UPyD podrían estar de acuerdo en sumar, si los militantes de ambos partidos, mayoritariamente por lo que leo y por lo que nos dicen a los dirigentes de nuestro partido, podrían estar de acuerdo en una suma a nivel nacional. Nosotros estamos abiertos. En estas elecciones catalanas es importante que Ciudadanos se consolide, porque en el fondo estamos sumando también para el futuro y creo que las siguientes generales habrá que replantearse, y nosotros estamos dispuestos a hablarlo, cómo sumar para que exista una tercera vía en España fuerte y que los nacionalistas no hagan de bisagra, sino que lo podamos hacer los que defendemos el interés general.

 

- Ustedes defienden la libertad lingüística, son profundamente antinacionalistas. ¿Qué diferencias marca su partido, Ciudadanos, respecto al de Rosa Díez?

 

- Nosotros defendemos un modelo de sociedad que se basa en la relación entre el ciudadano y el político. Yo creo que nacemos, gente como yo mismo, anónimos, que venimos de nuestro trabajo y montamos una plataforma. En muchas cosas coincidimos ideológicamente, pero yo creo que la principal diferencia es el formato del propio nacimiento. Rosa Díez es una persona que se fue del PSOE, que tiene una carrera dilatada de 30 años en la política y que montó una plataforma para seguir en la política con unas ideas que coinciden en parte con nosotros. Ideológicamente, yo creo que no hay demasiadas diferencias, sí hay matices, pero creo que podemos compartir muchas cosas.

 

- ¿Y qué les diferencia del Partido Popular?

 

- Nos diferencia que nosotros no queremos ni pedimos permiso para entrar en el club del catalanismo político, por ejemplo. Nosotros no gobernamos ni queremos seguir proyectando la idea de que en Cataluña siempre tienen que gobernar los nacionalistas. De hecho, nosotros proponemos un tripartito a la vasca. Ciudadanos va a proponer, si puede, cuando acaben las elecciones, que en Cataluña se puede producir lo que en el País Vasco. Y eso, el PP no está dispuesto y ha dicho que su preferencia es Convergencia, ellos quieren oponerse al partido socialista, más que pensar en cómo arrebatar al nacionalismo las instituciones después de tantos años. Y segundo, no damos bandazos. Es decir, el PP fue el mismo que en el año 98 no recurrió al Constitucional la Ley de Política Lingüística por la que ahora hay sanciones e inmersión lingüística. No se puede decir una cosa y la contraria y engañar a la gente. De hecho, yo creo que mucha gente nos vota a nosotros en Cataluña porque al partido socialista o al PP les han visto dar esos bandazos, esas incoherencias, esa venta al nacionalismo.

 

- Ciudadanos consiguió tres diputados en las últimas elecciones autonómicas y dos de ellos se han marchado de su partido. ¿Por qué se ha quedado usted solo?

 

- Bueno, yo lo diría al revés. Nosotros somos 3.000 militantes, estamos creciendo y somos más gente que nunca. El partido tuvo su crisis precisamente con la marcha de estos dos diputados y, en todo caso, habría que preguntarle a ellos por qué se marchan o por qué se llevan un escaño de un grupo parlamentario. Al margen de esa crisis, lo importante es que no sólo no estamos solos, sino que ahora mismo en Cataluña, a dos meses de las elecciones, hay un runrún creciente, tanto a nivel de partidos, como a nivel periodístico y político, que se sabe que podemos llegar. Incluso la aritmética parlamentaria nos puede situar en una posición decisiva o determinante porque el mapa político catalán seguramente no tendrá mayorías absolutas.

 

- Hace cuatro años, casi la mitad del censo se quedó sin ir a votar en las últimas elecciones autonómicas. Prefirió la abstención y dar la espalda a las urnas. ¿Puede usted señalar algunos motivos para ir a votar y hacerlo a su partido?

 

- Creo que en Cataluña no nos jugamos en estas elecciones que gobiernen los socialistas o los convergentes -el nacionalismo ha gobernado 30 años-. Somos la única comunidad autónoma donde no ha habido alternativa política. En Galicia ya ha habido cambios, en el País Vasco también, pero en Cataluña no. Y por tanto, Ciudadanos plantea que hay que construir una alternativa ciudadana y constitucionalista de suma en Cataluña. Si no lo conseguimos a corto plazo, lo conseguiremos a medio, pero hay que movilizarse, hay que dar el mensaje de que no queremos referéndums de independencia, ni imposiciones lingüísticas, ni ‘cuatros por cientos’, ni ‘casos Palaus’. Es decir, yo creo que Ciudadanos representa una alternativa al catalanismo político transversal, a esos cinco partidos que llevan 30 años en Cataluña.