27-11-2013 | La Voz Libre

Nunca imaginé que el populismo consistía en pedir que en un Estado democrático se empiece tan solo por cumplir su propia Constitución y sus leyes

Primero fue el tradicional y siempre fácil "fachas", que quedaba muy bien cuando éramos un partido extraparlamentario cuyo apoyo real no podía contabilizarse.

Después, ya con tres escaños, se puso muy de moda entre los comentaristas políticos nacionalistas aquello del "autoodio". Como en sus obtusas mentes no era comprensible que unos catalanes como nosotros reivindicáramos sin complejos nuestra españolidad y el cumplimiento de la Constitución en Cataluña, sólo podía ser porque nos autoodiábamos.

Confieso que este concepto del "autoodio" siempre me resultó fascinante. Según los opinadores que defendían el término, había cientos de miles de personas en Cataluña que padecían un verdadero trastorno psicológico y sólo era por eso que votaban a Ciutadans y pedían algo tan extraño como que se respetara la ley. No sé muy bien por qué, pero tras un par de años de intensa utilización por la caverna mediática catalana, ese divertido 'palabro' fue desapareciendo de las opiniones escritas hasta no volverse a leer casi nunca más.

Hoy somos nueve diputados. Quedan algunos que nos llaman "fachas", por supuesto. Pero eso ya no tiene mérito. Hoy en día uno no es nadie en Cataluña si en ambientes mediáticos separatistas no te llaman "facha" o algo parecido de vez en cuando. También queda algún despistado (casi ninguno) que sigue diciendo que nos autoodiamos. No sé los demás pero yo les digo que me quiero mucho a mí mismo y supongo que eso es, por naturaleza, incompatible con odiarse. Así que ya me dirán.

Y entonces ya llegamos a lo último. Ahora somos "populistas". ¡Toma ya! Nunca imaginé que el populismo consistía en pedir que en un Estado democrático se empiece tan solo por cumplir su propia Constitución y sus leyes, pero ya ven. Y lo peor del asunto no es que nos llamen populistas, es quién nos lo llama: ni más ni menos que el PP y PSOE. Es decir, los partidos que se dicen responsables y “de Gobierno” y que, miren por dónde, son aquéllos bajo cuyos gobiernos hemos llegado a donde estamos; y creo que no hace falta mucha reflexión para constatar que estamos en un momento de grave crisis institucional del modelo de Estado que, con tanto esfuerzo, construimos democráticamente los ciudadanos hace más de 35 años, y cuya modernización proponemos, modestamente, desde Ciudadanos.

Pero ya ven, por decir eso, somos populistas. ¿No será más bien que amenazamos sus poltronas?