05-03-2008 | David Chacón

Aunque lo que nos ha de venir no es tan importante como fue en su momento el desembarco de Normandía, sí que puede marcar un punto de inflexión en los próximos años de nuestra vida.

Aunque lo que nos ha de venir no es tan importante como fue en su momento el desembarco de Normandía, sí que puede marcar un punto de inflexión en los próximos años de nuestra vida. Aunque la mayoría cree que sólo los que llegan a gobernar marcan el devenir del país en 4 años, he de decir, desde mi posición de oposición en Viladecans, que no es del todo correcto. Los políticos de carrera, alejados de la realidad de los ciudadanos, escuchan atónitos cuando les exponen las realidades de la calle y algunos reaccionan. Reaccionan como lo han hecho algunos partidos ante la presencia de C’s, si no, de qué escucharíamos hoy la defensa del bilingüismo en Catalunya, el pacto nacional de educación o la reforma del sistema electoral, iniciativas lanzadas por C’s ahora recogidas por otros partidos. Estos cambios también se han vivido en el Parlament y con el voto de los ciudadanos el próximo 9 de marzo en el Congreso.

Es probable que no les llegue el mensaje C’s sobre una voz de los ciudadanos en el Congreso porque al final de la campaña se reciben al día millones de mensajes de todos los partidos. Es precisamente en esta recta final de campaña cuando la mayoría de partidos, agobiados por la incertidumbre de las encuestas, entran en una dinámica de abandono del razonamiento político y dejan ya de exponer sus programas, convirtiendo la campaña en un mercadeo y en una pelea de patio de colegio. Esto nos demuestra las pocas luces de la alta clase política de nuestro país. Quienes ya no tienen esos elaborados y profundos textos realizados seguramente por un grupo de ilustrados. Los políticos empiezan a improvisar, motivados por calor que perciben de un público más bien aleccionado, que no impresionado. Entonces es cuando escuchamos tristemente que la clase dirigente apenas sabe moverse de las cuatro frases típicas aprendidas de niños sobre si le derecha conservadora y eclesiástica, si la izquierda ‘progre’ y radical y luego los “cuando tú gobernabas también, que si yo no, el tú más”. Lo mismo cada 4 años.

El voto útil
Tema importante al final de toda campaña para algunos partidos es pedir el voto útil. Esta herramienta coartadora de toda libertad de razonamiento del ser humano es, sin duda, la mayor doctrina inducida a las masas jamás concebida en una democracia. Adoctrinamiento porque cuanto más hablo con las personas de este tema más veo lo asumido que esta en su conciencia que el voto es una herramienta, no de expresión nuestra identidad, no de representación; no de emanación del poder que la Constitución entregó en nuestra manos, sino de castigo, utilidad y uso. Hasta tal punto ha llegado esta inducción que la izquierda idealista es capaz de apartar la pesada losa que tiene encima de donde vive, no para dar en con su último aliento un grito de socorro y ser salvada de un entierro en vida, sino para pedir el voto útil de “no a la derecha”. ¡Antes muerto que un gobierno de derechas!, pensamiento profundo de la Izquierda Española. Finiquitada esta la izquierda del PC + base obrera + sindicatos que contactaba con el pueblo al caer esta en el juego político de pactos y coaliciones. La izquierda vendida al socialismo ya no es capaz de defender con coherencia sus 4 pilares fundamentales: vivienda, educación, sanidad y derechos.

Al voto de utilidad le intentan sacar beneficio muchos partidos, para castigar al gobierno desde la oposición nacional, desde visión territorial periférica, el que se ve ganador, el que no ganará pero gobernará, … C’s también como partido político, no se puede ser parte y ajeno, también tiene interés en pedir un tipo de voto. Tal vez, el voto que menos gusta a los españoles: EL VOTO EN REFLEXIÓN, así que les pido, reflexionen y voten en consecuencia.