Notas de Prensa

Jaume Mestre: 'Una comparación odiosa'

16-10-2009 | C's

C's es constitucionalista, aboga por las constituciones como elementos creadores de sujetos políticos, por lo que celebra el 6 de diciembre cuando la ciudadanía se constituyó en un Estado de derecho.

 

Con el acto de contraprogramación mental que organiza C's todos los años el 11 de septiembre, muchos nacionalistas catalanes infieren el criptonacionalismo español de este partidito por no hacer lo propio el 12 de octubre. En esta fecha, como millones de españoles, el partido en cuestión opta por irse de puente, ya que no tiene nada particular que celebrar. No tiene el más mínimo interés en participar en un relato solemne sobre la gens que le confiera sustancia a un ente nacional. En definitiva, no es un partido nacionalista español. En realidad, C's es constitucionalista, aboga por las constituciones como elementos creadores de sujetos políticos, por lo que celebra el 6 de diciembre, fecha en la que en este país se constituyó la ciudadanía en un Estado social y democrático de derecho.

Ciertamente, que el 12 de octubre sea festivo es discutible, como tantas otras festividades (la Inmaculada Concepción, la Asunción, Todos los santos, la Semana Santa, etc.) que para la mayoría no tienen más significado que una ocasión para no ir a trabajar y, si la cartera acompaña, permitir irse por ahí unos pocos días. Se podría modificar el criterio, pero lo que es seguro es que nadie está dispuesto a perder días festivos por una razón de coherencia. Es sin duda un debate complejo que traspasaría la mera fecha en cuestión.

Bien, y ¿el 11 de septiembre? Pues aquí hay una diferencia notoria. En esta entrañable fecha las autoridades públicas participan en una ficción cargada de falsedades con un propósito político evidente en el que no todos los catalanes participamos ni tenemos por qué participar. Se podrá argüir que de la misma forma que en el 12 de octubre. Lo que pasa es que yo no he visto a ninguna autoridad pública clamando por la unión de todos los países hispánicos ni tan siquiera poniéndole cargado de solemnidad flores a la tumba de Colón. Los fastos se limitan a un desfile militar que si bien puede ser de un gusto controvertido, cuanto menos es un reconocimiento a la labor de los militares que sin posibilidad de rechistar son enviados a destinos aún más controvertidos. Discutible también, sin duda, pero nuevamente ésa sería otra cuestión.

Efectivamente, hay unos cuantos individuos que sí gustan en envolverse en banderas rojigualdas el 12 de octubre y lanzar proclamas de exaltación nacionalista española. Ahora bien, éstos no dejan de ser un puñado de grupúsculos marginales con los que existe la acertada convención de etiquetar como extrema derecha. Coincido. Ahora bien, sería de agradecer que se llevara a cabo un ejercicio de coherencia y a los del 11 de septiembre se les brindara la misma consideración. Ojalá que los de las antorchas fueran un mero grupúsculo marginal etiquetado como lo que son, extrema derecha.

Jaume Mestre, historiador, y miembro de la Sectorial de Jóvenes de C's

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