Notas de Prensa

Lleida, ¿ciudad sin ley?

18-11-2013 | Araponent.cat

El Ayuntamiento podría no sancionar las alteraciones de matrícula por motivos ideológicos

El pasado fin de semana, diversos medios de comunicación publicaban la noticia de que el ayuntamiento de Lleida daba instrucciones a la Guardia Urbana para que no tramitara las preceptivas denuncias por alteración en la matrícula de un vehículo en el caso de que fuera por colocar una pegatina con el CAT tapando la E correspondiente. Las diferentes informaciones incluían declaraciones de la concejal del PSC en el ayuntamiento Sara Mestres en las que se podía leer “la anularemos porque no queremos entrar en una guerra de matrículas, aunque la normativa lo diga: "Solo recibirá la sanción por el semáforo".

Pues vale. Ante la duda, le solicité explicaciones vía Twitter al Sr. Ros el pasado sábado día 9. Aún no me ha contestado. A la espera de que lo haga, trataremos la cuestión como una presunción de.

El hecho es que la alteración de la matrícula no es legal y se sanciona con 200 euros de multa. Sea cual sea el motivo de la alteración. Y aquí viene lo grave. Que un ayuntamiento instruya a la policía local para que no cumpla su obligación es muy gordo. Que lo haga por motivos ideológicos es nauseabundo. Y siembra terribles sospechas. También podría dar instrucciones para que se haga la vista gorda frente a las infracciones cometidas por determinadas personas. O al revés, para que se acosara sin piedad a determinados vecinos. ¿Quién podría asegurarnos que la laxitud con las dobles y triples filas a la hora de la salida y entrada de ciertos colegios no viene motivada por el grado de simpatía del equipo de gobierno con algunos padres? ¿O que las quejas de algunos ciudadanos jamás se resolverán precisamente por la antipatía personal o por la nula afinidad ideológica entre el que presenta la denuncia y el encargado de resolverla? Y así podríamos seguir hasta el hartazgo.

Cuando la sombra de la duda planea sobre la actuación del equipo de gobierno de un ayuntamiento, no puede extrañar que se difundan acusaciones de amiguismo o enchufismo o de cualquier otra forma de infringir la ley. Por tanto, es vital que se aclare la cuestión. Cuanto antes, Sr. Ros. Cuanto antes, Sra. Mestres. 

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