Sala de Prensa

Ernesto Ladrón de Guevara: El mundo al revés

31-12-2008 | Minuto Digital

La grandeza de la lucha cívica y las miserias de la politica sectaria se mezclan en esta semblanza que de Iñaki Ezkerra, Antonio Aguirre y Daniel Portero juzgados por "desórdenes públicos"

 

 
Miércoles, día 30 de diciembre, efemérides de mi llegada al mundo. Se celebra el juicio contra Iñaki Ezkerra, Daniel Portero y Antonio Aguirre por “desórdenes públicos”. Así lo estima la autoridad competente que no es lo mismo que la competente autoridad. El motivo de esta encausación, es, como todo el mundo preocupado por la marcha de este País sabe, un incidente que ocurrió hace más de un año ante la correspondiente sede de la justicia injusta de “estepaís” en un episodio que todo el mundo conoce como el “juicio de la patada”. Recordarán todos ustedes como el que fue vicepresidente del Foro Ermua -antes del golpe de mano urdido en el Foro Ermua contra su propia dirección- recibió una coz en sus partes innombrables por un disciplinado militante nacionalista cuando salía de la vista pública acompañado por el presidente de la Asociación, Iñaki Ezkerra, y por el presidente de otro colectivo: “Dignidad y Justicia”. Triste sarcasmo: Dignidad y Justicia en un día en el que se personaliza la iniquidad y la injusticia, con un juicio a las víctimas en lugar de sentenciar contra el agresor. Paradojas que suceden en un Estado, el Español, en el que se permite que un gobierno autonómico se pase por la entrepierna las sentencias de los tribunales en torno al derecho de padres y alumnos a recibir la educación en la lengua estatal, y se procesa a quien recibe una patada en los cojones mientras que el agresor recibe los parabienes y el aplauso de quienes tienen sometidos a los vascos a un régimen con apariencia democrática. Lo que se está reflejando en esa foto que ya es fija es la situación de acoso a los no nacionalistas y la existencia de una policía al servicio del Régimen.
 
Por si alguien lo ha olvidado, Iñaki Ezkerra, Antonio Aguirre y Daniel Portero en aquella jornada hicieron un ejercicio de civismo responsable representando a sus respectivas asociaciones en una causa contra Ibarretxe, ejerciendo la acusación particular por reunirse con los representantes de una asociación política ilícita, ilegalizada. Una asociación declarada como parte del entramado político de ETA. Iñaki Ezkerra, Antonio Aguirre y Daniel Portero no tenían ninguna necesidad de complicarse la vida, pero lo hicieron por el Estado de Derecho y la dignidad de las personas de bien, denunciando la complicidad tácita reflejada en esa imagen en la que compartían sillón y despacho el presidente de una Comunidad Autónoma que según reza la Constitución es, a la vez, representante del Estado en el País Vasco y portavoces del conglomerado etarra posteriormente encausados y encarcelados.
 
Pues bien… Miren lo que son las cosas… Poco después, la actual Presidenta en funciones del Foro Ermua organizó el derrocamiento de Iñaki Ezkerra en su función de la presidencia de esa Organización Cívica. Vaya contrasentido: quien trabaja por el civismo actuando con alevoso incivismo dentro de la propia Organización. Podría Doña Inmaculada Castilla de Cortázar haber acompañado a Iñaki Ezkerra en su valerosa acción de denuncia y personamiento en los tribunales, pues no…, pensó más bien que Don Ignacio Ezkerra tenía que terminar su mandato antes del tiempo estatutario, en una trama un tanto oscura y en un momento en el que el propio Ezquerra, al parecer, exigió las cuentas. ¿Por qué motivo el Foro Ermua no tiene presidente desde los aciagos acontecimientos que denuncio? ¿Qué intereses ocultos dan pábulo a que Doña Inmaculada actúe como vicepresidenta sin haber cubierto la presidencia tras el derrocamiento de Iñaki Ezquerra? ¿Qué hay detrás de todo ello? ¿En qué lugar se está dejando a los modos democráticos?
 
Y aún los socios están esperando a que se les presente las cuentas detalladas y previamente auditadas de la Asociación, superándose con creces el tiempo dispuesto en los propios Estatutos.
 
Doble injusticia la que padece el digno y valeroso Iñaki Ezkerra.
 
Desde estas líneas mi solidaridad, compañeros, y exigencia de justicia real
 
 

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