24-03-2009 | Diari de Badalona.cat

'Para los nacionalistas la radicalidad reside en los que se alejan de su forma de pensar'.

Conceptualmente hablando el nacionalista está en una actitud más radicalizada que aquel que no lo es. La postura de los nacionalistas, desde su percepción de que ellos son la normalidad, es de que la radicalidad reside en aquellos que se alejan de su manera de pensar, considerándolos agresores contra la nación. No son conscientes de que el querer imponer lo que no deja de ser un sentimiento individual o colectivo es una manifiesta actitud de radicalidad y que la defensa de su libertad individual por parte de quien no quiera ser aquello que ni es ni siente ser, no puede ser considerado un ataque. Para ellos los símbolos que alimentan sus sentimientos son la razón de su ser, convirtiéndose estos en una ideología que los aleja de la tolerancia para con la diversidad y el pluralismo a los que temen porque ponen en riesgo su concepto de nación. Quieren olvidar que las naciones actuales son fruto de grandes fusiones culturales, es decir del mestizaje; no existen naciones limpias de sangre impura.

Pero, centrándonos en el nacionalismo catalán, vemos como estos símbolos envuelven, como bufanda al cuello, al territorio Catalán, constriñéndolo y pretendiendo por todos los medios que todos los ciudadanos abracemos esta ideología como única manera de encajar en la sociedad por ellos imaginada.

Así pues, si te sientes español, no quieres a Cataluña. Si hablas castellano no eres un buen catalán. Si tu bandera además de la senyera es la española eres un facha. Si criticas al tripartito o criticabas a Jordi Pujol, criticabas a Cataluña. Si eres del Real Madrid eres un nostálgico franquista y no digamos si además no te gusta el F.C. Barcelona.

Yo les pediría a todos los que sienten profundamente a Cataluña que permitan que esta sea lo que queramos entre todos, que no permitan que otros sufran la intolerancia que ellos sufrieron en tiempos del franquismo y de la que tan amargamente se quejaron ya que en una sociedad donde impera la tolerancia se vive mejor y se es más feliz.

Es bueno amar la tierra donde uno trabaja o ha nacido, sentimiento que compartimos todos los bien nacidos, pero nunca para terminar mirándonos al ombligo, y no ver más allá, ni mirar con rencor lo que nos rodea por sentirnos agredidos por aquellos que no piensan como nosotros. Que nadie de por hecho que quien se declara no nacionalista catalán no ama a Cataluña, simplemente la ama de otra manera.

Paco Rodríguez, coordinador de la Agrupación de Ciudadanos en Montgat, y miembro del Consejo General de C's