Sala de Premsa

Koldo Blanco: 'Literatura extranjera'

18-04-2010 | C's

Si para la administración la literatura escrita en castellano es 'narrativa extranjera', entonces, tenemos que sacar la conclusión de que hay más de cuatro millones de extranjeros en Cataluña.

 
Librería La Central, en el Raval de Barcelona. Sobre uno de los expositores, ocupando un lugar destacado junto a la entrada, se amontonan unas cuantas pilas de libros de autores españoles: Jaime Gil de Biedma, Javier Calvo, Enrique Vila-Matas, Javier Cercas, Antonio Muñoz Molina, Javier Marías, David Trueba y Félix Francisco Casanova. Curiosamente, el rótulo que preside la mesa nos informa de que nos encontramos ante la sección de Narrativa Extranjera. Sin embargo, todos estos escritores son españoles, tres de ellos nacidos en Barcelona, y un cuarto, catalán de adopción.
 
¿Se trata de un error? Resulta muy poco probable. Uno tiene que restregarse los ojos repetidamente para asegurarse de que lo que está viendo es real. Más bien parece una forma poética de racismo cultural, una manera de representar la discriminación que desde hace treinta años y cada vez con mayor furia se abate sobre la cultura que se expresa en castellano, hecha por catalanes, en Cataluña.
 
La escritora Rosa María Torrent conoce el calvario que ha de sufrir un autor que edita un libro en la lengua equivocada. Aparte de situar a quien lo hace al margen de la vida cultural oficial, uno se ve obligado a pedir excusas, a justificarse en cada acto público, como si hubiera pecado o cometido alguna falta. Parece que hubiera de llevar siempre encima un rótulo que dijera: “Escribo en castellano, perdone las molestias”.
 
Vivimos en un país extraño; o más bien, nos sentimos extraños en un país cada vez más excluyente. Si la literatura escrita en castellano es “narrativa extranjera”, entonces, tenemos que sacar la conclusión de que hay más de cuatro millones de extranjeros en Cataluña. Podría decirse que la mayoría de los catalanes son extranjeros de nacimiento.
 
Cada vez hay más extranjeros en Cataluña. No hablar catalán es el principal motivo. No haber nacido en la misma tierra suele ser el otro. Uno puede trasladarse cuatro mil quinientos kilómetros de Nueva York a Los Ángeles y no por ello será inmigrante en California. Pero si cubre los trescientos kilómetros que separan Sagunto de Barcelona, no tendrá más remedio que declararse inmigrante durante toda su vida, como hace con mucho gusto el notario Alfons López Tena.
 
Extraño país de extranjeros. Extraño país de unos pocos que se permiten el lujo de vetar la asistencia de sus mejores escritores a las ferias internacionales. El rótulo de La Central no hace sino certificar el hecho: Carlos Ruiz Zafón, Eduardo Mendoza y Juan Marsé, escritores extranjeros.

Koldo Blanco, Subsecretario de Acción Política de C's, y Responsable de Acción Política de la Federación de Barcelona (ciudad)

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