Opinión

Ciudadanos no inventó la rueda

29-04-2015 | La Voz Libre

Nuestra reforma incluye un sistema fiscal que será bueno, muy bueno, para los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones tributarias y que será inflexible con quienes pretenden escurrir el bulto

Hace unos meses que los sondeos de opinión política y los estudios demoscópicos anuncian un crecimiento exponencial en la intención de voto a Ciudadanos, sea cual sea la contienda electoral que analicen. En el contexto de elecciones generales, el crecimiento es tal que el partido de la ciudadanía está en el pelotón de cabeza en una situación de empate técnico con las otras tres formaciones que se disputan un 80% del voto válido previsto.

Aunque el crecimiento haya sido exponencial en lo que va de 2015, el año electoral por antonomasia, Ciudadanos viene creciendo sin pausa desde finales de 2012 y ha acelerado sobremanera su crecimiento desde que se presentó en sociedad la asociación Movimiento Ciudadano, en octubre de 2013 en Madrid.

En el funeral de Estado con motivo del fallecimiento de Adolfo Suárez, sin lugar a dudas uno de los principales artífices de la transición a la democracia desde la dictadura franquista, compartí banco en La Almudena con una alta dirigente del PP de Madrid. Cuando me presenté como secretario general de Ciudadanos mostró de inmediato su admiración notable por la buena acogida que nuestro partido tenía en Madrid a principios de 2014. Con ánimo de quitarle importancia a la cuestión, le dije que sin duda era por nuestra defensa del ordenamiento democrático en Cataluña. Su respuesta fue contundente: "No, no... es porque se os entiende todo". Procuraré que se me entienda.

Desde que se hizo público el apoyo de Luis Garicano, Manuel Conthe y otros destacados economistas para la elaboración del programa económico de Ciudadanos, ha crecido el apoyo popular a nuestro proyecto para España; también ha crecido, de forma considerable, el nerviosismo en la terna partidaria que con nosotros conforma el cuádruple empate técnico a la cabeza de las encuestas.

Todos y cada uno de los integrantes del equipo que dirige Garicano tienen un prestigio reconocido e incuestionable, tanto en España como en los países desarrollados de nuestro entorno. Uno de esos economistas de reconocida valía y enorme prestigio es José Félix Sanz, catedrático de la UCM al que se sitúa entre los mejores especialistas mundiales a la hora de calcular el coste efectivo de las medidas programáticas y su consiguiente repercusión en el sistema fiscal necesario para hacerlas viables.

Cuando hace unas semanas contacté con José Félix Sanz sabía que había colaborado con FAES, como muchos otros economistas de prestigio y, por supuesto, también sabía que actualmente es el director de estudios tributarios de FUNCAS. La capacidad y la valía personal suelen llevar asociada la asunción de responsabilidades profesionales acordes con el prestigio real de la persona en cuestión. No me cabe la menor duda de que este es su caso.

El 7 de abril le propuse a Luis Garicano que contara con José Félix para consolidar los cálculos asociados a las medidas programáticas que se plantean para dar forma al cambio sensato que Ciudadanos propone al conjunto de los españoles. La respuesta de Luis fue inmediata y enseguida le incorporó al grupo de destacados economistas con los que está elaborando nuestra propuesta económica.

En todas y cada una de las presentaciones ha quedado más que claro. Muchas de las medidas que planteamos ya están funcionando con éxito en otros países de nuestro entorno. Y todas ellas tienen un denominador común: son medidas para no dejar a nadie fuera del sistema, en la estacada; que buscan relanzar la actividad económica mejorando la competitividad de nuestras empresas y la formación de los trabajadores; que pretenden reformar nuestro sistema productivo a través de la innovación como generadora de valor añadido; que buscan simplificar nuestro sistema fiscal y hacerlo progresivo, equitativo y eficaz, evitando el mal endémico del fraude fiscal y reduciendo sensiblemente las desigualdades sociales.

Nuestra reforma incluye un sistema fiscal que será bueno, muy bueno, para los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones tributarias y que será inflexible con quienes pretenden escurrir el bulto y eludir sus obligaciones con el conjunto de la sociedad. Porque la solidaridad es un valor exigible en el campo fiscal, como garantía de que todos tienen acceso a unos servicios públicos esenciales de calidad.

Hablemos claro una vez más: Ciudadanos no ha inventado la rueda. Pero no les quepa la menor duda de que la haremos girar y de que girará en beneficio de todos.

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